Establece límite ético, para la determinación del monto de la dieta parlamentaria - Proyectos de Ley - Iniciativas legislativas - VLEX 914493904

Establece límite ético, para la determinación del monto de la dieta parlamentaria

Fecha06 Agosto 2014
Número de Iniciativa9502-16
Fecha de registro06 Agosto 2014
EtapaPrimer trámite constitucional (C.Diputados) Primer informe de comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento
Autor de la iniciativaAguiló Melo, Sergio, Boric Font, Gabriel, Carvajal Ambiado, Loreto, Fernández Allende, Maya, Girardi Lavín, Cristina, Jackson Drago, Giorgio, Mirosevic Verdugo, Vlado, Poblete Zapata, Roberto, Rocafull López, Luis, Sepúlveda Orbenes, Alejandra
MateriaDIETA PARLAMENTARIA
Tipo de proyectoProyecto de ley
Cámara Legislativa de OrigenCámara de Diputados,Moción

PROYECTO DE LEY QUE ESTABLECE LÍMITE ÉTICO PARA LA DETERMINACIÓN DEL MONTO DE LA DIETA PARLAMENTARIA.

BOLETÍN N° 9502-16



  1. Fundamentos



a. Los parlamentarios como representantes populares y la necesidad de cercanía del representante con el representado.

El principio democrático que informa la estructura del Estado y del Gobierno Chileno, exige precisamente una identidad entre quienes toman las decisiones (representantes) y aquellos que deciden quienes las toman en su representación (representados). En nuestro caso, las decisiones de Diputados y Senadores que se cristalizan en la ley deben poder ser identificadas como las decisiones de quienes los eligieron para su representación, esto es, decisiones del Pueblo de Chile.



El éxito de este ideal de la democracia representativa no sólo requiere de instituciones que generen un vínculo formal entre representantes y representados, como las elecciones periódicas que dan origen a los mandatos de los distintos cargos de elección popular. Requiere, adicionalmente, una cercanía material de representantes y representados que permita los primeros conozcan y formen parte de la identidad, los intereses y las necesidades de los segundos. En este contexto toma sentido, por ejemplo, la existencia de la semana distrital como una institución que hace probable una constante vinculación de los parlamentarios con su territorio. Sin embargo, esta cercanía no sólo debe ser territorial sino que debe generar condiciones que hagan posible una comprensión real entre representantes y representados, evitando una lejanía irreconciliable entre las condiciones o realidades socio económicas de ambos. En este sentido, debemos propender cada vez más a generar una conexión entre la forma en que vive la mayoría de nuestro país y de aquellos que deciden en su nombre, posibilitando que la legislación vele por los intereses de la mayoría y hable efectivamente en su nombre de acuerdo a los principios democráticos que nos rigen.



En el contexto de las reflexiones antes señaladas, se vuelve imperioso determinar cuáles son las condiciones sociales y económicas de nuestro país y si, de acuerdo a ello, las remuneración que determina la situación económica de los parlamentarios genera una distancia desproporcionada con los representados dificultando el cumplimiento del ideal democrático.







b. La desigualdad y el rol de los diputados y senadores de la República


Recientemente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), publicó el estudio “Society at a Glance 2014″.1 En dicho informe, se entregaron resultados relevantes sobre la desigualdad, la pobreza y el gasto social, entre otros indicadores de los 34 países que componen dicha organización.



Chile, nuevamente, fue considerado como el país más desigual de los países miembros. Según el índice de Gini,2 Chile encabeza esta lista (0.53), siguiéndole México (0.476) y Turquía (0.409).



Se estima que en nuestro país el 1% más rico concentra el 31% de los ingresos totales, medición según la cual Chile tendría el máximo grado de concentración visto entre naciones emergentes y desarrolladas.4 Ello se agrava, si consideramos que al excluir al 10% más rico, la desigualdad chilena se reduce transformándose en el país más igualitario de Latinoamérica. [Ver Gráfico 1]


[Gráfico 1: Distribución del Ingreso en tramos de 5% de la población (veintiles) sobre la base de CASEN 20095]



Junto con ello, Chile tiene la tercera tasa mayor de pobreza relativa de la OCDE, 18.9%, luego de México e Israel y muy por encima de la media de la OCDE de 11.1%.



En el mismo sentido, se señala que el 38% de los chilenos reporta que le es difícil o muy difícil vivir de sus ingresos actuales, un porcentaje muy por encima de la media de la OCDE de 24%. Esto no resulta extraño si consideramos que un 50% de los trabajadores/as gana menos de $263.4736 y vive altamente endeudado.7



Actualmente la dieta parlamentaria asciende a $8.605.477 lo que equivale a 40.5 veces el salario mínimo.8 La comparación evidencia una alta disparidad entre los sueldos con que vive la mayoría de los chilenos y chilenas y la remuneración que corresponde a un parlamentario por la realización de su trabajo. Esta diferencia no sólo es visible en una comparación de los montos en que actualmente está fijada la dieta y el sueldo mínimo, sino que es una diferencia que se ha mantenido constante en los últimos 10 años. Así, por ejemplo, a marzo de 2004 el monto de la dieta parlamentaria ascendía a $4.895.196 ($6.485.862.- del año 2013), lo que equivalía a 42.3 veces el sueldo mínimo. La evolución de ambos montos, en términos nominales, puede verse ejemplificada en la siguiente tabla:



Año

Salario Mínimo

(pesos 2013)

Dieta Parlamentaria (pesos 2013)

2002

$145.219

$2.447.017

2003

$148.884

$6.334.099

2004

$153.227

$6.485.862

2005

$154.269

$6.513.411

2006

$158.533

$6.614.692

2007

$160.787

$7.213.153

2008

$157.742

$7.343.644

2009

$171.640

$7.300.555

2010

$178.117

$7.629.080

2011

$183.084

$7.912.779

2012

$187.473

$8.040.148

2013

$193.000

$8.195.692

2014

$206.313

$8.454.379

Fuente: Tesorería de la Cámara de Diputados, INE

De la misma forma, si comparamos el monto en que año a año se ha incrementado la dieta parlamentaria y el sueldo mínimo, se hace evidente la escandalosa desproporción entre ambos aumentos. Por ejemplo, para el año 2007, en pesos al 2013, la dieta parlamentario sufrió un incremento de $557.665, mientras el incremento real del sueldo mínimo fue sólo de $2.089. El siguiente gráfico pretende ser indicativo de esta diferencia en ambos incrementos desde el 2003 a la fecha:



Año

Monto Aumento Anual Salario Mínimo (pesos 2013)

Monto Aumento Anual Dieta Parlamentaria (pesos 2013)

2003

$3,666

$3,887,081

2004

$4,343

$151,763

2005

$1,042

$27,549

2006

$4,264

$101,281

2007

$2,254

$598,461

2008

-$3,046

$130,491

2009

$13,898

-$43,089

2010

$6,477

$328,525

2011

$4,967

$283,699

2012

$4,389

$127,369

2013

$5,527

$155,544

2014

$13,313

$258,687

Fuente: Tesorería de la Cámara de Diputados, INE


Esta desigualdad genera una distancia irremontable entre realidad de los ciudadanos de nuestro país y aquella que viven quienes les corresponde su representación, además de que, sin ir más lejos, esta disparidad aumenta efectivamente el índice gini de desigualdad.



En este contexto corresponde a los servidores públicos y representantes nacionales, ser partícipes del cambio de las condiciones de desigualdad en nuestro país y de la injusticia que ésta conlleva. Sería difícil de comprender que, dada la vocación de servicio público que identifica nuestra labor, no tomemos la iniciativa de comenzar a disminuir esta brecha con acciones concretas como la que aquí se propone.



Así las cosas, junto con discutir una reforma tributaria que efectivamente cumpla fines redistributivos, contribuir a instaurar una reforma educacional progresiva, aumentar considerablemente...

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