Las dos almas que conviven en el Presidente y tensionan La Moneda
Con bombos y platillos, el cónclave del 6 de noviembre pasado parecía cerrar un capítulo marcado por una seguidilla de encontrones entre las dos coaliciones -o almas- del oficialismo: Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático."Lo más fundamental, independientemente de las diferencias legítimas que podamos tener, porque venimos de trayectorias políticas y sociales distintas, es que tenemos unidad de propósito", dijo la ministra vocera Camila Vallejo, al finalizar el encuentro.De ahí que la principal conclusión de esa jornada fuera la conformación de una sola alianza que compagine ambos mundos.Mejorar la coordinación interna a través de una vocería única, reuniones semanales y un plan para enfrentar juntos las contiendas electorales fueron parte de los objetivos que se trazaron para esa nueva hoja de ruta, cuyo fin era lograr un alto definitivo al fuego.Sin embargo, bastaron menos de 60 días para que las armas se volvieran a cargar.El elemento que revivió las asperezas, esta vez, fue el denominado "caso indultos", convertido -hasta ahora- en la peor crisis durante el mandato de Gabriel Boric, que todavía pareciera estar lejos de terminar.Y es que la decisión de conceder libertad a 12 personas condenadas en el marco del estallido social y al exfrentista Jorge Mateluna no solo evidenció una serie de desprolijidades desde el Poder Ejecutivo, sino que damnificó a la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien estaba ad portas de lograr un acuerdo transversal por la seguridad.Por lo mismo, no son pocos los que explican el aterrizaje de Luis Cordero a la cartera de Justicia como una compensación a Tohá, por su cercanía con el abogado.El episodio, de igual modo, volvió a confrontar miradas irreconciliables.Mientras que en Apruebo Dignidad los indultos tienen respaldo y algunos esperan que se otorguen nuevos beneficios, en el Socialismo Democrático cuestionan la decisión tanto por la forma como por el fondo.Incluso, algunos parlamentarios del PS y PPD se han sumado a la solicitud de revocar los indultos, presentada por la oposición. A su vez, los mismos partidos hoy ponen en duda la posibilidad de que ambas coaliciones enfrenten juntas la elección de consejeros constitucionales -calendarizada para el domingo 7 de mayo-, lo que podría concluir en una nueva disputa mediante las urnas.No es todo. El episodio también ha puesto sobre la mesa la discusión en torno al nivel de injerencia que cada una de las coaliciones tiene sobre el Presidente: si acaso predomina el alma más rupturista y refundacional o, en cambio, el alma más moderada y reformista.Se trata, en todo caso, de un debate instalado desde incluso antes de que Gabriel Boric llegara a La Moneda, en marzo de 2022."Está el diputado Boric que discutía con las Fuerzas de Orden en Plaza Baquedano y el que firmaba el acuerdo del 15-N, pero también el de primera y segunda vuelta", dice el director ejecutivo del IES, Claudio Alvarado.Un escenario incierto, advierte el sociólogo Ernesto Ottone, pues "es difícil saber si estas dos almas van a encontrar un relato común. Hubo una etapa en que los sectores de centroizquierda fueron ganando fuerza y personalidad, pero hoy eso no ocurre. Hasta cuándo durará así, nadie lo sabe".Fuego cruzado:Los episodios controversialesMomentos que reflejen las disonancias entre ambas coaliciones no han faltado, sobre todo si se trata de materias legislativas, en que algunas bancadas oficialistas -incluso- han ignorado las solicitudes del propio Presidente.El choque más evidente suele darse en temas de seguridad, donde se registran varios encontrones. No es para menos, pues el 2022 estuvo marcado por la delincuencia, el narcotráfico y las crisis del norte y la macrozona sur.Así, han sido reiteradas las ocasiones en que Apruebo Dignidad (AD) ha manifestado fuertemente sus aprensiones frente a los estados de excepción, que el Gobierno sigue utilizando. Es...
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