La digitalización de la economía como una forma de democratizar la política comercial
| Autor | Nicolás Schubert |
| Cargo | Abogado, Jefe del Departamento de Economía Digital de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, Ministerio de Relaciones Exteriores, Chile |
| Páginas | 85-90 |
Latin American Journal of Trade Policy 5 (2019) – ISSN 079-9668 – Universidad de Chile
La digitalización de la economía como una forma de democratizar la
política comercial
Nicolás Schubert*
En las últimas semanas ha quedado en evidencia la desconexión existente entre el análisis efectuado por
políticos y economistas y la realidad cotidiana de miles, sino millones, de chilenos y chilenas que reclaman
cambios sociales. El llamado está sustentado en situaciones de inequidad y abusos que se han prolongado
en el tiempo y que hacen insostenible la vida cotidiana de muchas personas que, a pesar de trabajar a
tiempo completo, no logran llegar a fin de mes tranquilas. Sobran ejemplos en la historia reciente de
abusos de actores de mercado que se coluden para no competir, por ejemplo, en el suministro de bienes
y servicios de primera necesidad, como alimentos o salud.
Si bien la eventual discusión constituyente permitirá corregir muchos problemas, debemos tomar
consciencia de que la economía, así como todas las disciplinas, no es un fin en sí misma, sino que un
vehículo para el desarrollo y la realización de las personas. En ese contexto, el rol del Estado ha estado
al debe en su rol modulador, ya que han sido los más débiles los que han debido soportar los costos y
externalidades negativas, lo que profundiza los problemas y el legítimo descontento. Si bien en general se
ha entendido que las prestaciones sociales del Estado benefician principalmente a los más pobres, sobran
ejemplos estructurales y coyunturales de que esto no es cierto. Estos ejemplos van, desde un sistema
tributario en el que son los pobres quienes pagan más que los ricos -todos sabemos a estas alturas que la
mayor proporción del gasto fiscal se financia con cargo a un impuesto regresivo como el IVA-, a casos
como la relación que se da entre ciclistas y automovilistas en las calles de las grandes ciudades. Como
estos ejemplos existen muchos otros en que relaciones reguladas por el Estado, en las cuales
aparentemente ejerce un rol asistencial y; sin embargo, vemos que el efecto de la intervención tan solo
reafirma y justifica la desigualdad. Parte de este problema se produce por la escasa valoración de lo social,
pero eso es materia de un análisis que debe producirse en otro contexto.
Estos fenómenos, en todo caso, no son exclusivos en Chile ni en nuestra región. Se trata de un fenómeno
que también se ha producido en el llamado primer mundo. Después de haber disminuido durante muchas
décadas, la participación en los ingresos del 1 por ciento más rico en Europa occidental y Estados Unidos
aumentó de alrededor del 8 por ciento en los años setenta y ochenta al 11 y 20 por ciento, hoy,
respectivamente. En 1980, la participación en los ingresos del 50 por ciento inferior era del 20 por ciento
en ambas regiones. Durante las siguientes tres décadas y media, esta cifra cayó al 12.5 por ciento en los
Estados Unidos y al 18 por ciento en Europa.1
Aunque los Estados Unidos y Europa han estado expuestos a tendencias similares en la globalización y
la tecnología, el aumento de la desigualdad ha sido más pronunciado en los Estados Unidos, donde la
participación en la riqueza del 1 por ciento superior aumentó del 25 por ciento a fines de la década de
* Abogado, Jefe del Departamento de Economía Digital de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales,
Ministerio de Relaciones Exteriores, Chile.
11 Lucas Chancel, “Ten Facts about Inequality in Advanced Economies”, WID.World WORKING PAPER N° 2019/15, octubre
de 2019, 76.
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