El derecho y la hermenéutica posterior a Gadamer
| Autor | Miguel A. Sendín García |
| Cargo del Autor | Profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria |
| Páginas | 283-288 |
283
HERMENÉUTICA FILOSÓFICA Y DERECHO
V. EL DERECHO Y LA HERMENÉUTICA
POSTERIOR A GADAMER
1. De lo dicho hasta el momento se infiere ya nuestra posición favorable
a las enseñanzas de Gadamer y la consideración de éstas como esenciales
para una correcta comprensión y organización de lo político y lo jurídico.
Ahora bien, este estudio nos parece que no quedaría completo sin el
análisis de algunos de los elementos de crítica que algunos autores posterio-
res a Gadamer han subrayado, que nos parecen especialmente relevantes en el
ámbito jurídico.
Ya hemos respondido en el apartado anterior a las críticas de la herme-
néutica metódica. La negación de la existencia propiamente de la posibilidad
de este método es tan esencial en la obra de Gadamer que no podíamos anali-
zar su postura sin enfrentarnos al mismo tiempo a esa cuestión.
Los otros dos elementos claves a los que tenemos que pronunciarnos son
la crítica de Habermas a los postulados de Gadamer y la visión de autores
como Rorty o Vattimo, que subrayan la relatividad de toda estructura social,
incluida las políticas o jurídica.
2. Nos parece que es especialmente importante destacar la crítica que en
su momento vimos que realizaba Habermas a la posición de Gadamer, porque
es extraordinariamente expresiva nos parece del posicionamiento del autor de
Verdad y Método acerca del derecho y el sistema político.
La crítica formulada por Habermas tachaba en cierto modo, implícita-
mente, la tesis de Gadamer de conservadora. En cuanto incapacita, según su
opinión, para realizar una crítica a las debilidades y deficiencias del sistema
jurídico y político existente, pues, en cuanto todo se examinaba desde la tradi-
ción, lleva siempre implícito un sedimento de defensa de esa tradición y, con
ello, rema de algún modo a favor del mantenimiento del status quo imperante,
impidiendo una auténtica crítica de esa organización social, jurídica y políti-
ca, que sólo se puede llevar a cabo de manera plena situándose desde fuera de
esa organización.
No compartimos esta crítica en ninguno de los sentidos. Nos parece, de
hecho, que sólo se puede formular desde una incorrecta comprensión de la
obra de Gadamer, por un lado; pero también desde una concepción errónea de
las estructuras políticas y jurídicas.
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