La defensa de los derechos humanos por la Unión Europea en el ámbito de la asociación estratégica birregional
| Autor | Dr. Juan José Martín Arribas |
| Cargo del Autor | Catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales, Universidad de Burgos |
| Páginas | 49-72 |
49
LA PROBLEMÁTICA DEL FUNDAMENTODE LOS DERECHOS HUMANOS: VIEJOS PROBLEMAS EN BUSCA...
LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS POR LA
UNIÓN EUROPEA EN EL ÁMBITO DE LA ASOCIACIÓN
ESTRATÉGICA BIRREGIONAL
Dr. JUAN JOSÉ MARTÍN ARRIBAS
Catedrático de Derecho Interna cional Público y Relaciones Internacionales
Universidad de Burgos
I. CONSIDERACIONES GENERALES
Como indica ESCOBAR (201 3:663), el sistema universal de la Organiza-
ción de las Naciones Unidas protege los derechos humanos y las libertades
fundamentales mediante su Derecho convencional, con sus órganos compe-
tentes y sus procedimientos protectores. Ese sistema lo complementan los sis-
temas regionales que se caracterizan, según dicha profesora (2013:697), por su
conexión con una Organización internacional regional, porque operan entre
Estados que forman parte de una misma región geográfica muy próximos en
lo político, socio-económico y jurídico; y porque sus normas jurídicas pre sen-
tan una gran juridificación y amplia tecnificación. Por su relevancia estos
sistemas son el europeo, el interamericano, el africano y el asiático.
Pues bien, cuando estudiamos la protección y la promoción de los dere-
chos humanos y las libertades fundamentales en el marco de la Asociación
Estratégica Birregional (AEB) debemos tener en cuenta que se trata de un me-
canismo interregional, en el cual participan dos Organizaciones internaciona-
les, la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC), junto con sus respectivos Estados miembros (EEMM).
1. Finalidad y socios de l a Asociación Estratégica Birregional
La UE, junto con sus EEMM, promueve la defensa y promoción de los
derechos humanos y las libertades fundamentales en el contexto de la Asocia-
ción Estratégica Birregional (AE B), junto con sus socios contraparte, los Esta-
dos latinoamericanos y caribeños.
Así parece deducirse de la lectura atenta efectuada con respecto a una
pluralidad de documentos y declaraciones que los Jefes de Estado y de Gobier-
no de ambos lados del mar Atlántico han venido redactando en las sucesivas
cumbres que, hasta estos momentos, han ido celebrando, como, por ejemplo,
50
JUAN JOSÉ MARTÍN ARRIBAS
en Río de Janeiro, en Madrid, en Guadalajara, en Viena o en Lima.
En efecto, en la Declaración de Río de Janeiro de 199 9 se acordó, desde
un punto de vista general, «promover y proteger todos los derechos humanos
y las libertades fundamentales, incluyendo el derecho al desar rollo». Y desde
un prisma algo más particular, los sujetos de Derecho Internacional (DI) repre-
sentados en la primera cumbre se mostraron partidarios de «promover y pro-
teger los derechos de los grupos más vulnerables de la sociedad, en especial
los niños, los jóvenes, los discapacitados, los desplaz ados y los trabajadores
migrantes y sus familias». En la Declaración de Madrid de 2002 pretendieron
reforzar sus instituciones democráticas y el Estado de Derecho, comprome-
tiéndose a fortalecer sus sistemas judiciales, garantizando la igualdad de trato
ante la ley y promoviendo y protegiendo el respeto a los derechos humanos.
En la Declaración de Guadalajara de 2004 reiteraron su compromiso con la
promoción y protección de todos los derechos humanos: los derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales, incluyendo el derecho al desarro-
llo, y las libertades fundamentales. En la Declaración de Viena de 2006 afir-
maron creer firmemente que la democracia, el Estado de Derecho, el respeto, la
promoción y protección de los derechos humanos, la erradicación de la pobre-
za, el desarrollo social y económico y el respeto del DI eran esenciales para la
paz y la seguridad. En la Declaración de Lima de 2008 determinaron que
estaban decididos a fomentar el bienestar de nuestros pueblos para alcanzar
sociedades más inclusivas y cohesionada s, donde el respeto al Estado de De-
recho, a los valores y principios de la democracia y a los derechos humanos,
prevalezca en un marco de solidaridad e igualdad; que trabajarán por la igual-
dad de oportunidades y un mayor sentido de pertenencia ciudadana y parti-
cipación individual y colectiva en los beneficios del progreso, ambos compo-
nentes esenciales para el desarrollo armónico de nuestros pueblos.
La UE tiene su origen en la Comunidad Económica Europea (CEE) que
crearon sus seis EEMM originarios (Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Luxem-
burgo y los Países Bajos) mediante el Tratado de Roma de 25 de marzo de
1957. El Tratado de Maastricht de 1992 que el 7 de febrero de 1992 firmaron 12
EEMM (Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Fra ncia, Grecia, Irlanda, Ita-
lia, Luxemburgo, Pa íses Bajos, Portugal y Reino Unido), fue el Tratado de la
UE, siendo el punto de arranque para la denominación de UE, la cual sustitu-
yó a la de CEE o CE en diciembre de 2009 con la entrada en vigor de las
modificaciones que aportó el Tratado de Lisboa a los Tratados constitutivos.
Hoy los EEMM de la UE son 27: Alemania, Bélgica, Croacia, Dinamarca, Espa-
ña, Francia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Países Bajos, Suecia, Bulgaria,
Eslovaquia, Estonia, Grecia, Malta, Polonia, República Checa, Austria, Chipre,
Eslovenia, Finlandia, Hungría, Italia, Lituania, Portugal y Rumanía.
La CELAC se constituyó el 23 de febrero de 2010 al celebrarse la Cumbre
de la Unidad de América Latina y el Caribe (ALC) en Rivera Maya, México, y
se puso en funcionamiento mediante la Declaración de Caracas que se adoptó
en el contexto de la III Cumbre de ALC sobre Integración y Desarrollo (CALC)
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba