Contaminación atmosférica en Santiago: entre el cambio perpetuo y el frío de los cementerios - Núm. 33, Julio 2015 - Boletín FIMA - Noticias - VLEX 829573741

Contaminación atmosférica en Santiago: entre el cambio perpetuo y el frío de los cementerios

AutorDiego Lillo Goffreri
CargoCoordinador de Litigios de FIMA

Pocos días atrás falleció uno de los fundadores y compositores principales de la legendaria banda de rock progresivo Yes, su bajista Chris Squire. Más allá de su innegable legado musical, quería tomar la conexión de nuestra realidad presente con una de las letras más evocativas escritas por la dupla Squire – Anderson: La de “Perpetual change”, joya de The Yes Album.

La canción nos presenta una realidad innegable: por más y mejores intentos que hagamos de controlar al mundo y nuestro entorno, terminará siempre siendo él quien se imponga y determine nuestro actuar. Entonces, ya entrando a la reflexión personal, el ser humano organizado en sociedad tiene que tomar una decisión que resume todas sus decisiones vitales: nos subimos al tren del cambio perpetuo o esperamos que ese tren, cargado de realidad, nos pase por encima y nos termine eliminando.

Dicho en otras palabras y más desde la óptica del derecho, tenemos una opción de conservar estructuras jurídicas, sociales e incluso morales concebidas en estaciones pretéritas de la línea férrea del cambio perpetuo, o bien, podemos dinamizar nuestras relaciones sociales con el fin de no destruirnos como sociedad o incluso, como especie.

La política de prevención y control de la contaminación atmosférica (o ausencia de ella, como trataré de esgrimir), modificaciones y parches mediante, ha obedecido en estas tres últimas décadas a un dogma casi canónico como es la subsidiariedad del Estado. No trato de decir que como principio esté mal en sí, pero la lógica de los títulos de intervención del Estado no puede ser la misma que se aplica en materia de libre competencia, que aquella aplicada en relación con la protección de nuestras vidas. Tal política ha sido un fiel reflejo de la blanda intervención del Estado, que ha optado por tomar todos los resguardos posibles por no intervenir intereses privados (legítimos, por cierto). Si no tengo razón, pregúntese porqué hoy, a casi 25 años de la llegada a Chile del convertidor catalítico, no existe la restricción obligatoria para vehículos con sello verde.

Sin embargo, los recientes y vergonzosos episodios de contaminación en la capital también han dado cuenta de nuestra inocencia como sociedad. Hasta hace pocos días, existía una especie de inconsciencia colectiva de que pese a la noción popular, las estufas a leña no estaban prohibidas en Santiago.

En efecto, no existe regulación de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) que sea aplicable a los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR