Clínica U. Andes y Hospital de San Bernardo se suman a la UC y dicen que no harán abortos
"No realizaremos abortos, porque como institución y como profesionales, estamos comprometidos con el respeto del derecho a la vida, desde su concepción hasta su muerte natural", declara tajantemente el director médico de la Clínica U. de los Andes, Ricardo Espinoza.
Añade que en el recinto -que inició sus operaciones el año pasado y que posee un equipo de 14 ginecoobstetras- no creen que "la solución a la tragedia de un embarazo producto de una violación sea recurrir a la tragedia superior del aborto, como tampoco suprimiremos el derecho a la vida de aquellos niños que reciben el diagnóstico prenatal de inviabilidad fetal".
Todo lo contrario, dice el médico. Asegura que en ambos casos, "nuestra experiencia profesional nos confirma que para la salud física y mental de esas madres es mejor continuar con ese embarazo, recibiendo de parte de nuestros profesionales todo el apoyo y orientación para sobrellevar de la mejor manera ese proceso".
En el caso de la tercera causal a la que se refiere el proyecto de ley -cuando el embarazo pone en riesgo la vida de la madre-, dice que es posible aplicarle tratamientos médicos "que tengan como efecto no deseado la pérdida fetal, (lo que) está amparado por la legislación vigente".
Por su parte, el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, dice que el Hospital Parroquial de esa comuna "tiene una declaración de principios escrita hace muchos años, en la cual se señala que en el recinto no se realizarán acciones contrarias a la vida humana y que quienes trabajan en el hospital deben adquirir ese compromiso".
Para el obispo, siempre hay que respetar "la vida humana del que está por nacer bajo cualquier circunstancia, ya sea una violación, sea una malformación que pueda influir en la vida futura del niño, o sea una enfermedad de la madre".
Además, coincide con Ricardo Espinoza en que "las maniobras médicas que pueden hacerse para salvaguardar la vida de la madre y del feto y que puedan conducir a la pérdida del último, no se llaman abortos, y la Iglesia y los protocolos médicos lo tienen claro", que es lo que ocurre cuando se interviene un embarazo ectópico -es decir, cuando el cigoto se desarrolla en la trompa de Falopio y no en el útero- y que aparece mencionado en el proyecto de ley.
Definiciones en marzo
Respecto de la posibilidad de que el recinto deje de recibir recursos públicos a causa de la negativa a realizar abortos, el obispo González dice que "sería una injusticia tremenda contra las personas...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba