Capítulo IV - Realidades de la criminalidad femenina desde la niñez - Libros y Revistas - VLEX 976308962

Capítulo IV

AutorMartha Fabiola García Álvarez
Páginas41-83
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CAPÍTULO IV
4.1. cómo influyen lo s aspectos psic ológicos y físicos en la
mujer
Aspectos psicológicos y físicos de la mujer. Estos aspectos abarcan a la an-
tropología, biología y psicología criminal. La primera de ellas se inició con las
investigaciones de César Lombroso y se popularizó con la idea del “criminal
nato”. Esta ciencia dio lugar a la Antropometría, disciplina que sirvió de base
al francés Alfonso Bertillón para su sistema de identicación criminal. La Bio-
logía Criminal estudia al delincuente en su siología, en sus relaciones con el
mundo físico, con ella se han realizado trabajos relativos a la inuencia de las
glándulas endócrinas en la conducta criminal, de la inuencia de caracteres
hereditarios en la delincuencia, entre otros. La Psicología Criminal comprende
los conocimientos de la psicología, aplicados al terreno de la delincuencia.
(Orellana, 2007:59).
En la psicología criminal, se comenzó a estudiar desde tiempos remotos
diversas maneras de ver el problema. De este modo, se inició con la psicología
de la anormalidad, con la forma en que la gente distinguía una persona nor-
mal de una anormal y sus causas. Así, desde Platón, se trata de explicar las
causas de la anormalidad, del comportamiento humano, mediante lo místico,
cientíco o humanitario.
Halgin y Krauss (2009:11) maniestan que las explicaciones místicas
de los trastornos psicológicos consideran al comportamiento anormal como
el producto de la posesión demoníaca de espíritus malignos. El enfoque cien-
tíco busca sus causas naturales como desequilibrios biológicos, procesos de
aprendizaje fallidos o estresantes emocionales. Las explicaciones humanitarias
ven a los trastornos psicológicos como resultado de crueldad, no de acepta-
ción o, de condiciones de pobreza. En los tiempos prehistóricos (8000 años a.C.
durante la Edad de Piedra, taladraban cráneos -cirugía: trepanación-) que fue
utilizada como una forma de tratar trastornos psicológicos. Los antropólogos
plantean la teoría de que las personas prehistóricas pensaban que los espíritus
Martha Fabiola García Álvarez
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malignos que estaban atrapados dentro de la cabeza causaban el comporta-
miento anormal. Se utilizó esta técnica en el Medio Oriente, Tribus Celtas en
Gran Bretaña, la China Antigua y reciente, India, América del Norte y del Sur
(mayas, aztecas, incas e indígenas brasileños). Otra práctica era el exorcismo.
Otro de los que estudiaron la conducta anormal fue Hipócrates (Halgin
y Krauss, 2009:12), quien “creía que había cuatro uidos corporales impor-
tantes que inuían en la salud física y mental: la bilis negra, la bilis amarilla,
la ema y la sangre.” Por lo tanto, “un exceso de cualquiera de estos uidos
podría explicar los cambios en la personalidad y comportamiento de un indi-
viduo”. Las explicaciones modernas coinciden con Hipócrates, tal es el caso
de “Hans Eysenck” (1967) (gura No.1), donde se basa en una prueba psico-
lógica que proporciona puntuaciones sobre varias disposiciones de persona-
lidad. Las dos dimensiones de neurótico-normal e introvertido-extrovertido
interactúan para producir los cuatro tipos de personalidad mostrados en la
gura No. 1.
FLEMÁTICO SANGUÍNEO
MELANCÓLICO COLÉRICO
FLEMÁTICO SANGUÍNEO
Ansioso
Preocupado
Infeliz
Exhibicionista
Suspicaz
Serio
Pensativo
Razonable
Con altos
Principios
Controlado
De rápida
activación
Egocéntrico
Impulsivo
Histriónico
Juguetón
Sencillo
Sociable
Despreocupado
Neurótico (emocional)
Normal (no emocional) Clasicación dimensional
Introvertido
(inmodicable)
(modicable)
MELANCÓLICO COLÉRICO
Extrovertido
Figura No. 1. Tipos de Personalidad Normal (no emocional) Clasicación dimensional.
Fuente: Hans Eysenck, 1967.
La actitud de las internas acusadas por los delitos de robo y homici-
dio recluidas en el Centro Preventivo y de Readaptación Femenil de Puente
Grande, Jalisco, México (García, 2011), es una conducta que afecta signica-
Realidades de la cRiminalidad femenina desde la niñez
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tivamente a su estado psicofísico, ya que de ella dependerá el enfrentar sus
problemas internos y con su entorno, para superar su estadía en la cárcel y,
para readaptarse a la sociedad cuando se tenga que enfrentar a ésta. Al res-
pecto, se les detectó negatividad, por el delito de robo, al 8.3% con un 90%,
otra el 8.3% con un 80%, el 50% con un 70%, el 8.3% con un 60%, el 8.3%
con 55% y el 16.7% con el 30%. Y las recluidas por el delito de homicidio, el
porcentaje de negatividad del 16.7% es de un 10%, el 66.7% con un 80% y el
8.3% en un 70%.
La impulsividad en las internas por el delito de robo, la mayoría es im-
pulsiva en un 80%, y por el delito de homicidio el 66.7% de las reclusas sienten
impulsividad ante cualquier estímulo externo. Al mismo tiempo que esto las
vuelve también más irritables y agresivas, sobre todo las acusadas por el deli-
to de robo, pero las internas recluidas por el delito de homicidio lo son más en
grado de intensidad (Centro Preventivo y de Readaptación Femenil de Puente
Grande, Jalisco, México) (García, 2011).
Estas mujeres recluidas en este Centro Penitenciario (García, 2011), re-
eren que toda su agresividad se desencadena de los problemas mentales y
psicológicos que padecen, como el 75%, por el delito de robo. Una de ellas,
continuamente ingresa en la cárcel por robar, tiene un posible perl cleptó-
mano; sin embargo, al igual que la agresividad, las acusadas por el delito de
robo, son menos intensos sus problemas psicológicos que las internas reclui-
das por el delito de homicidio, ya que el 100% de éstas expresaron sí tener
este tipo de problemas, el 28.6% padecen esquizofrenia; y las demás tienen
muchos problemas psicológicos, con un grado alto de impulsividad y proble-
mas con las drogas.
Estos conictos psicológicos de las entrevistadas (García, 2011), se ma-
niestan en crueldad, sobre todo contra ellas mismas, mediante conductas
de consumo de drogas (en un 90%), prostitución, riñas, intentos de suicidio,
entre otras. De esta manera, pierden el control de ellas mismas, en promedio
del 90% por ambos delitos de robo y homicidio. Y al mismo tiempo, en un 95%
de nivel de ansiedad, al igual que apatía emocional.
Sin embargo, pese a esta conducta negativa descrita con anterioridad,
el 50% de las acusadas en los dos delitos, robo y homicidio, solamente tuvie-
ron una niñez y adolescencia traumática, como por ejemplo maltrato familiar,
violaciones, abandono. Un factor signicativo es que un 90% de las entrevis-
tadas, iniciaron actividad sexual en la adolescencia, con una historia de mal-
trato por parte de su pareja, en promedio del 70% de ellas (Centro Preventivo
y de Readaptación Femenil de Puente Grande, Jalisco, México; García, 2011).

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