Capítulo I: Aproximación a la noción del Nombre y sus orígenes
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EL NOMBRE COMO ELEMENTO DISTINTIVO DE LOS SUJETOS DE DERECHO 19
Editorial El Jurista
caPítulo I
aProxImacIón a la nocIón del nombre
y sus orígenes
1. EL NOMBRE COMO ELEMENTO DISTINTIVO DEL
SER HUMANO: UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA-
JURÍDICA
El ser humano, a medida que conoce la realidad, asigna
nombres a todo lo que ve, siente, escucha y en general perci-
be, para de esta forma distinguir unos de otros. Los nombres
o sustantivos son esas palabras con las que designamos a las
personas, animales, cosas, ideas, sentimientos y sensaciones.
Desde un punto de vista genérico, podemos decir que
nombre es la palabra o conjunto de palabras con las que se
designan y distinguen los seres vivos, los objetos físicos o
abstractos y en denitiva cosas reales y todo aquello que
surja en nuestra imaginación. Como podemos apreciar, se
hace necesario comenzar su estudio detallando, en la medi-
da de lo posible, todas las variaciones y nociones respecto
de la cual se emplea esta terminología. Con origen en el vo-
cablo nomen1, el concepto de nombre constituye una noción
1 “Nombre, Nome. Del l. nomen, nominis, hecho del g. onoma, en eolio onu-
ma, y convertido en onyma al pasar al latín. En castellano an ti guo se escri-
bió nome: nome es también en italiano, y nom en francés”. P. MONLAU,
ADRIANA APPEL GALECIO
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que se destina a la identicación de seres que pueden ser
animados o bien inanimados2. Nos encontramos entonces
frente a una denominación de carácter verbal que se le atri-
buye a un individuo, un animal, un objeto o a cualquier otra
entidad, ya sea concreta o abstracta, con el propósito de in-
dividualizarlo y reconocerlo frente a otros.
Desde la perspectiva de la gramática, los nombres se en-
cuadran en el grupo de los sustantivos. Es posible, a su vez,
catalogarlos como sustantivos propios, es decir, aquellos
que identican a un individuo concreto y especíco, como
por ejemplo: Juan, María, Ricardo, o sustantivos comunes,
los cuales señalan a un conjunto o clase como sucede en los
casos de: auto, perro, casa.
Los nombres cientícos3, por otra parte, son aquellos
que se le otorgan a una especie y están formados por la com-
“Diccionario etimológico de la lengua castellana (ensayos) Precedido de unos
rudimentos de Etimología”, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra,
Madrid España, 1856, p. 345. Disponible en: https://books.google.cl/
books?id=BXgCAAAAQAAJ&printsec=frontcover&dq=related:LCC-
N03024159&hl=es&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false. [Visitado el
[03/ 04/2016].
2 Real Academia Española, Año 2016, “Nombre”, En: Real Academia Espa-
ñola, Diccionario de La Lengua Española Edición del Tricentenario. Dis-
ponible en: http://dle.rae.es/?id=QZupnf6. [Visitado el 16/05/2016].
3 Se considera que los nombres cientícos constituyen la denominación
universal de las especies, con lo que permiten la identicación exacta
de cualquier organismo. Por otra parte, el nombre cientíco de una
especie está compuesto por dos palabras (binomo) en latín: el nombre
genérico o género y el nombre especíco o epíteto. Los nombres cien-
tícos se escriben en cursiva, con el nombre del género comenzando
con mayúscula y el especíco comenzando con minúscula. Por ejemplo:
Octopus vulgaris (pulpo). Ictioterm, 2013, Base de Datos Terminológicos
y de Identicación de Especies Pesqueras de las Costas de Andalucía,
“La nomenclatura Cientíca”. Disponible en: http://www.ictioterm.es/
proyecto_nomcientica.php [Visitado el 25/08/ 2016].
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binación de dos palabras que permiten identicar a cada es-
pecie como si tuviera nombre y apellidos; se utilizan para
darle una denominación ordenada a aquello que es descu-
bierto por los especialistas, razón por la cual requieren de
un encasillamiento exacto que brinde una enumeración.
En el caso de los seres humanos, los nombres se asimilan
en las primeras etapas de aprendizaje del lenguaje. Lo que
primero se designa con gestos, al señalar algo, se convierte
en un concepto al aprender la palabra correspondiente. Por
eso los nombres resultan claves en el proceso cognitivo.
En el ámbito de la psicología4, el nombre constituye
un elemento fundamental en el campo clínico profesional,
para conocer motivos de determinadas conductas, dinámi-
cas familiares, inuencias socioculturales, así como inferir
elementos que funcionan desde lo inconsciente y que pue-
den ser la explicación a comportamientos sugeridos por el
modelo que el nombre encierra, por lo que trabajar con sus
signicaciones puede contribuir en gran medida al proceso
terapéutico.
En lo que respecta a los nombres propios tenemos que
subrayar que existe una disciplina, cercana a la historia: La
onomástica, y que tiene como función principal el estudiar
no sólo el origen etimológico e histórico de aquellos, sino
que también su catalogación.
Asimismo existen otras importantes áreas que toman
como eje central los nombres. Este sería el caso, por ejemplo,
de la palabra toponimia, que es la que se preocupa de llevar
a cabo el estudio de los nombres que tienen las ciudades,
comarcas o regiones de los diversos países del mundo.
4 Y. DEL CRISTO SANCHEZ, 2006, “¿Qué puede representar el nombre
propio para la psicología?”, Introducción, En: Monografías.com. Dispo-
nible en: http://www.monograas.com/trabajos55/el-nombre-pro-
pio/el-nombre-propio.shtml [Visitado el 19/05/2016].
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