C) Importancia de los trastornos psíquicos en la criminalidad - Parte II - Criminología - Libros y Revistas - VLEX 976399565

C) Importancia de los trastornos psíquicos en la criminalidad

Páginas115-154
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CRIMINOLOGÍA
C) IMPORTANCIA DE LOS TRASTORNOS PSÍQUICOS
EN LA CRIMINALIDAD
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ENFERMEDADES Y ESTADOS ANORMALES
El término «trastornos psíquicos» se emplea aquí como una desi gnación am-
plia que incluye tanto las psicosis (enfermedades mentales), como los estados anorma-
les, en particular la deficiencia mental y la psicopatía que no se adaptan al concepto
psiquiátrico de enfermedad.
El concepto de enfermedad en medicina en general, y en psiquiatría en particular ,
no puede definirse concretamen te. En los últimos años ha evolucionado otorgando
una mayor impor tanc ia a lo s fact ores e tioló gico s de pr efere ncia s obre l os
sintomatológicos y funcionale s. El concepto de enfermeda d supo ne si empre un a
desviación de la normalidad, pero no toda desviación puede considera rse com o
enfermedad1. Tampoco puede establecerse como un criterio general, como se admi-
te popularmente, el hecho de que el paciente sufra físicamente. Es preciso reconocer
que el concepto de enfermedad es en gr an parte convencional y dependien te de una
evaluación social. Se ha exigido su asociación con procesos orgánicos definidos y en
consecuencia se ha conside rado que e xistía una enfermedad mental únicamente
cuando el estado dependía de alteraciones patológicas del cerebro (véase, por ejem-
plo, KURT SCHNEIDER en M. f. K., 1929, pp. 592 y ss.). Esta exigencia, sin embargo, no
es absoluta en Psiquiatría general, dond e los procesos no acompañados de altera-
ciones demostrables del cerebro se incluyen ampliamente bajo el concepto de locu-
ra. Por el contrario, el concepto de enfermedad se caracteriza por ser opuesto a los
llamados «estados anormales». En Psiquiatría este término se refiere a desviaciones
estac ionarias y p ermanent es de la psiq uis normal ( véase WYRSC H,Geri chtliche
Psichiatrie, Berna, 1946, pp. 13, 44, 197). Estas condiciones, generalmente innatas y
constitucionales, no difier en de las enfermedades ni por su evolución favorable o
desfavorable (lo que no excluye una neutralización social ). A este grupo pertenecen
las oligofrenia s y las personalidades psicopáticas, en oposición a las forma s psíqui-
cas de enfermedad: las psicosis y las reacciones y desarrollos psicogénicos.
Sin embargo, el concepto de trastorno o anormalidad no está perfectamente defini-
do. Puede designar algo pur amente cuantitativo, o simplemente una desviación del
tipo medio, pero también puede incluir un eleme nto de evaluación que abarque
1Véase la definición d el profesor SEGUIN: «Enfermedad es la reacción del organismo, considerado
como un todo, frente a las influencias externas e internas que alteran seriamente su equilibrio».
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STEPHAN HURWITZ
solamente lo qué se desvía del tipo medio, en una dirección biológicamente infe-
rior o negativa. En realidad éste es el sentido en que más frecuentemente se emplea
ese término. A veces se consider a que la anormalidad o el trastorno presupone un
proceso patológico. Mucha parte de la vehemente controversia de GORING (op. cit., p.
27 f.) con LOMBROSO puede atribuirse, sin duda, a esta definición del concepto de
anormalidad. Sin embargo, si se aceptase esta terminología, la distinción, práctica-
mente útil, entre anormalidad o trastorno y enfermedad, dejaría de existir.
Al tratar de la naturaleza y manifestaciones de los trastornos o anormalidades
psíquicas individuales y de su importancia par a la valoración penal y el tratamien-
to de los delitos cometidos, es preciso referirse principalmen te a la Psiquiatría, y
más particularmente a la Psiquiatría forense y a sus i nterpretaciones legales. Aquí
solamente cabe ha cer un breve resumen, in suficiente para una comprensión com-
pleta de las prin cipales formas de anormalidad, con una clara orientación respecto
de los términos médicos generales, con los que el estudiante de Criminología y de
Derecho penal tropieza tantas veces. A este resumen se aña de una exposición de la
frecuencia con que tales anormalidades se supone que favorecen la ocurrencia de
actos delictivos (objetivos).
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PSICOSIS
Esquizofrenia1
La esquizofrenia está integrada por un grupo de enfermedales mentales de fre-
cuencia rela tivamente elevada en la po blación media. 2 El p rimitivo término de
demenc ia precoz (KRAEP ELIN ) ha sid o modername nte substit uido por el té rmino
esquizofrenia, creado por BLEULER (del griego: disociación de la mente). Lo que con s-
tituye la verdader a agrupación como una unidad es el conjunto de semejanzas en la
evolución de la enfermedad más que en su propia condición, la cual presenta dife-
rencias muy grandes. Lo característico de la evolución es el desarrollo hacia un
cambio de la personalidad y uno de los síntomas más importantes y precoces de
este desarrollo es el aislamiento del mundo circundante, que es lo que se denomina
autismo.3
Por lo que se refiere a los diferentes grupos de psicosis o procesos den tro del
concep to esquizofré nico, véans e: JOHAN NES LANG E en H andbuch der g erichtlic hen
Psychiatric, de HOCHE, 3, Auflage, Ber lín, 1934, pp. 493 y ss.; H. HELWEG,Den retslige
psykiatri, Copenhague, 1949, pp. 201 y ss.; GABRIEL LANGFELDT,Retspsykiatri, Oslo, 1947,
1En la antigua psiquiatría y todavía en la moderna práctica forense algunos de los caso s actual-
mente denomin ados e squizofrenia se clasifi can c omo paranoia . Este término se emplea en la
moderna Psiquiatría como un diagnóstico substantivo solamente respecto de ciertos casos especia-
les en que los delirios se desarrollan sobre la base de una constitu ción psicopátic a (véase más
adelante, p. 174, lo referente a reaccion es para noicas aisladas). La paranoia puede presen tar
diferentes formas: paranoia de persecución, paranoia de celo s, paranoia pleitista, etc., y puede
hacerse una distinción de la paranoia en individuos activos y pasivos (sensitivos).
2Véase antes, p. 97.
3Este término también lo introdujo BLEULER para expresar el rasgo más característico del tem pera-
mento en la esquizofrenia: el aislamiento del Yo. la construcción de%una vida interior propia, la
introversión.
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CRIMINOLOGÍA
páginas 52 y ss, y RYLANDER-BENDZ,Rättspsykiatri, Estocolmo, 1947, páginas 28 y ss,
quien hace una exposición de las formas hebefrénica, catatónica y paranoide de la
esquizofren ia.
Respecto de la importancia criminológica de la esquizofrenia, HELWEG considera
el acto agresivo como el deli to típicam ente esq uizofrénico, sobre todo en la fase
inicial. «Acaece en todos los grados. En caso de accesos súbitos de rabia y violencia,
como sucede espec ialmente en ciertas formas cata tónicas, el arrebato pued e no
tener un objeto definido.. . Sin embargo, con mucha frecuencia el esquizofrénico ha
construido un mun do i nterior que da a su cólera una dirección det erminada a
menudo en contra de personas completamente inocentes e insospechadas». El resul-
tado puede ser un asesin ato o intento de asesinato que, por lo gen eral, se caracteri-
za por ser absolutamente absurdo .
Véanse, además , S CHIPKOWENSKY,Schi zophrenie und Mord, Berlín , 19 38; KARL
WILMANNS ,Über Morde i m P rodromalstad ium der Schizoph renic, Ze itsch. f. d. ges.
Neurologie und Psychiatrie, Bd. 170, 1940; HANS BÜRGER-PRINZ,Schizophrenic und Mord,
M. f. K., 1941, pp. 149 y siguientes; LOUIS H. COHEN y THOMAS E. COFFIN,The Patterns of
Murder in Insanity, Journ. of Crim. Law and Criminology, 1946, pág inas 262 y ss.
Véase entre la literatura danesa: AX EL H. ARNFR ED,Et Tilfaelde af Drab i schizofrent
Prodromalstadium, NTfS, 1946, pp. y sig uientes.
Sin embargo los asesinatos y agresiones peligrosas por esquizofrénicos son
relativamente poco numerosos .1 En un caso de psicosis aguda grave el estado del
paciente suele ser tan sospechoso que conviene hospitalizarle antes de que tenga
tiempo de cometer un delito. Y en cuanto a los muchos que existen libremente con
sus idea s paranoides sin llamar la atención, es muy raro que ellos conviertan tales
ideas en actos gravemente delictivos.
Por otra parte, es discutible si la enfermedad esquizofrénica leve, estacionaria
o curada parcialmente, desempeña un papel importante respecto de ciertos tipos de
delitos y determinadas acti tudes antisociales. J. LANGE afirma que la s dificultades
sociales que a menudo encuentran los esquizofrénicos leves, les conducen frecuen-
temente a la comisión de hurtos y pequeños fraudes.1 Se supone que muchos vaga-
bundos son pers onas morbosas o deficientes esquizofrénicamente, quienes , por la
sencilla razón de los cambios esquizofrénicos de su personalidad, han sufrido un
menoscabo de orden social y por ello se han lanzado a la vida errante.
Psicosis maníaco-depresiva
La psicosis maníaco-depresiva (o locura circular) es el nombre de un grupo de
enfermedades mentales, el cual en la literatura moderna danesa se considera ser
mucho más común que todos los demás grupos (véase anteriormente página 97). La
enfermedad comprende varias formas que antes se estudiaban como entidades in-
dependie ntes (manía, melancolí a y locu ra intermitente), pero que desd e que lo
propuso KRAEPELIN, en 1896, se incluyen bajo un solo concepto de enfermedad.
El rasgo fundamental de este grupo de enfermedades es un Ca mbio morboso
de la afectividad inclina do hacia un polo melan cólico o deprimid o o bien hacia un
1No obstante, véase la investigación citada por M. KAILA en NKA, 1940-1941, pp. 17 y ss., según
la cual la frecuencia relativa de tales delitos es elevada en un grupo de esquizofrénicos.
1HOCHES:Handbuch der gerichtliche n Psychia tric, 3, Au fl., Be rlín, 1 934, pág ina 506.

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