Una buena película, pero este lobo de Wall Street es muy, muy malvado - 26 de Diciembre de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 483031234

Una buena película, pero este lobo de Wall Street es muy, muy malvado

FARRAN SMITH NEHME

De Barron's

Martin Scorsese ha pasado gran parte de su carrera explorando el mundo de la delincuencia, desde Buenos muchachos y Casino a Pandillas de Nueva York y Los infiltrados. Ahora, el director de cine encontró el sujeto perfecto para engrosar su lista en Jordan Belfort, el carismático estafador detrás de la firma de valores Stratton Oakmont y el personaje central de la nueva película del director, El lobo de Wall Street. Después de un espectacular ascenso de siete años, Stratton Oakmont se desmoronó en los años 90, un colapso que les costó a los inversionistas más de US$ 300 millones.

Profanos y divertidos, los personajes de El lobo de Wall Street, con Leonardo DiCaprio como Belfort, consumen drogas en cantidades industriales y cada escena parece incorporar su propia dosis de mujeres desnudas y, a menudo, actos sexuales en público. Es agotador, pero deslumbrante.

La película, que se basa en las memorias de Belfort con el mismo título, muestra una operación donde los corredores inflan el precio de las acciones, las venden a su valor máximo y dejan que los clientes paguen la cuenta. El Belfort que interpreta DiCaprio es caracterizado brevemente como una persona recta, hasta que su carrera financiera lo transforma en un sociópata que despilfarra el dinero, consume drogas, contrata prostitutas y estafa a sus clientes.

Los incidentes más escandalosos de la película salen del relato del propio Belfort. ¿Aterrizó su helicóptero en su jardín con un ojo cerrado porque estaba drogado? Cierto. ¿Convenció a una empleada de que se rapara la cabeza si le pagaba implantes de senos? Belfort cuenta que lo hizo. ¿Tomó tantos tranquilizantes de máxima potencia que hizo trizas su Ferrari sin darse cuenta? Claro que sí.

En la vida real, antes de vender acciones que no valían nada, Belfort vendió carne y pescado puerta a puerta y terminó declarándose en bancarrota a los 25 años porque, según le confesó a un periodista, los márgenes de ese negocio eran demasiado reducidos.

En la versión cinematográfica, el actor Matthew McConaughey, quien interpreta a un corredor de una firma muy prestigiosa de Wall Street, invita a Belfort a un restaurante elegante, donde aconseja al joven operador a incorporar la cocaína a su rutina diaria y le dice que su profesión es fugazi, falsa: "Nadie sabe si la acción subirá, bajará, irá de costado o en círculos", explica.

Posteriormente, Belfort descubre el mundo de las acciones que cuestan centavos, en las que...

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