B) Condiciones en la infancia y primera fase de la adolescencia
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CRIMINOLOGÍA
B) CONDICIONES EN LA INFANCIA Y PRIMERA FASE
DE LA ADOLESCENCIA
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GENERALIDADES
Es evidente qu e l as condiciones en que cre ce el niño son de importanc ia
crucial para su desarrollo físico y mental y, por tanto, para su adaptación en la
sociedad. Esta verdad incontestable comprende, sin embargo, muchos puntos dis-
cutibles que aparecen tan pronto como se toman en consideración los elementos
particulares del mundo circundante infantil. Entre las muchas orientaciones gene-
rales que pueden seguirse podemos destacar la teoría económica y la psicológica.
El principal exponente de la primera es W. A. BONGER, y en ella se investiga la
desviació n qu e produce en el niño y en el joven la pobreza del hoga r, la des-
igualdad social y otras adversas condiciones económicas; en ca mbio, el concepto
psicol ógico-psi quiátrico, e specialmen te en manos de lo s autores de la e scuela
psicoanalítica, tiende a hacer de los conflictos mentales del niño o de la falta de
satisfacción de sus necesidades fundamentales (seguridad, estimación, libre mani-
festación de la personalidad, etc.) la causa más importante de su desarrollo defec-
tuoso, de su in adaptabilidad y de su delincuencia. Los patrocinadores de ambas
orientaciones están de acuerdo en buscar las influencias formativas en los prime-
ros esta dios de la vida del niño. 1
El grupo más importante de factores ambientales en la infancia está integrado
por la familia o el hogar. En la moderna Criminología se reconoce que este grupo de
factores es una unidad de primordial importancia para la formación de la conducta
social o antisocial. También existe acuerdo en todas las cuestiones esenciales refe-
rentes a dicho gr upo, como, por ejemplo, res pecto a qué elementos permiti rán
clasifica r l os hogares en «buenos» y «mal os», etc.; sin embargo, es suma mente
difícil establecer métodos concretos de valoración de tales elementos.1
Entre las condiciones de la fa milia y del hogar se tratará a continuación de las
siguientes: 1) anormal situación familiar creada por el nacimiento ilegítimo; 2) colo-
cación fuera del hogar; 3) otras situaciones familiares atípicas, en particular hogares
desunidos; 4) relaciones entre familiares; 5) condiciones económicas del hogar.
1Entre la m oderna literatura merece mencionarse JOHN BOWLBY,Fortyf our Juven ile Thie ves, Lon-
dres, 1946; D. H. S TOTT,Delinquency and Human Nature, Dunferm line, Fife, 1950.
1Con refe rencia a los distintos métodos de valoración empleados en América véase SUTHERLAND,
Principles of Criminology, Nueva York, 1947, pp. 153 ysiguientes.
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STEPHAN HURWITZ
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NACIMIENTO ILEGÍTIMO
Numerosas investigaciones llevadas a cabo sobre grupos de delincuentes se-
ñalan que la frecuencia del nacimiento ilegítimo es bastante mayor que la de los
grupos testigos de personas no delincuentes.
En la literatura nórdica, DAVID LUND (Über die Ursachen der Jugendasozialitat,
Uppsala, 1918, p. 41) encuen tra que 201 de 849 niños suecos delin cuentes o per-
versos (23,7 por 100) han nacido fuera del matrimonio, mientras que en un grupo
testigo de 815 niños y niñas la proporción era solamente del 11,3 por 100, es de-
cir, que solamente 92, o sea, menos de la mitad de la cifra que arrojan los delin-
cuentes, habían nacido extraconyugalmente. La diferencia es particularmente grande
respecto de las niñas entre las cuales la ilegitimidad era del 29,2 por 100 y del
10,4 por 100, respectivamente, o sea triple en el grupo de delincuentes que en el
de no delincuentes.
Por lo que se refiere a las investigaciones inglesas, CARR-SAUNDERS, MANNHEIM y
RHODES (Young Offend ers, Cambridge, 1942, p. 97), encuentra n má s d el do ble d e
nacimientos fuera el matrimonio en el grupo delincuente que en el grupo testigo.
EXNER (Kriminalbiologie, Hamburgo, 1939, pp. 280-2’81), presenta un resumen de
investigaciones alemanas, todas las cuales acusan un exceso de nacimientos ilegíti-
mos en lo s grupos de delincuentes reincidentes (véase además KARL SCHNELL,Anlage
und Umwelt vei 500 Rückfallsverbrechem, Kriminalistische Abhandlungen, XXII, Leipzig,
1935, p. 54 f).
En sus investigaciones sobre jóvenes delincuentes americanos los GLUECK (One
Thousand Juvenile Delinquents, Cambridge, Estados Unidos de América, 1939, p. 86),
no encuentran, en cambio, gran número de ilegítimos, y l os textos criminológicos
de los Estados Unidos, en gener al, no conceden gran importancia a este factor.
En Dinamarca no existen investigaciones detalladas sobre este tema. CHR. GEILL
(Kriminalan tropologiske Studier over denske Forbryd ere, 1906), afirma que entre 95 0
reclusos nacidos en Copenhagu e el 10 por 100 lo fueron extracony ugalmente, y
entre 895 reclusos nacidos fuera de Copenhague la ilegitimidad fue del 8 por 100.
GEILL compara esta s cif ras con las estadísticas general es r elativas al número de
nacimie ntos ilegítimos y co ncluye que la propor ción entre los delin cuentes de
Copenhague es inferior a la media. Sin embargo, hay que tener presente la elevada
mortalidad entre los niños ilegítimos; así se considera en Alemania que la propor-
ción an ual de partos ilegítimos es del 12 por 100, pero que la proporción de niños
ilegítimos en la población no es más que del 6 al 7 por 100 (KAKL SCHNELL, op. cit.).
K. VEDEL PETERSEN (Danmarks Statistik, 3.º ed ., 1946, p. 40), examina el número de
nacimientos ilegítimos en Dinamarca y encuentra un 10 al 11 por 100 del total de
partos. En el quinquenio d e 1936 a 1940 los niños nacidos fuera de matrimonios en
Copenhague constituyeron el 15 por 100, en las ciudades provinciales el 9 ,2 por 100
y en el medio rural el 5,9 por 100 del total de nacimientos.
El problema de la correlación entre nacimiento ilegítimo y delito se ha enfo-
cado también mediante investigaciones comparativas de la delincuencia de grupos
de personas nacidas de legítimo matrimonio y fuera de él, per tenecientes dentro de
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