Wittgenstein: un filósofo contra la teoría - 9 de Enero de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 879888846

Wittgenstein: un filósofo contra la teoría

Hay quienes dicen que el pensamiento es lento, que la filosofía debe tomar distancia, buscarse un cuarto propio para, en calma, pensar el mundo. Hay otros, en cambio, que hacen filosofía en medio de la guerra. El austriaco Ludwig Wittgenstein (1889-1951) comenzó a escribir su primera obra en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, mientras hacía el servicio militar.La publicó en 1921 en alemán, con el título "Logisch-philosophische Abhandlung", o sea, tratado lógico-filosófico. Sin embargo, fue la traducción al inglés, en edición bilingüe, promovida por filósofos como G. E. Moore y Bertrand Russell, y publicada en 1922, la que hizo de la obra un hito fundamental en la filosofía contemporánea.Fundamental y enigmático: es a la vez un trabajo de lógica y filosofía del lenguaje, de ética y mística, que reniega de la filosofía como conocimiento.A partir de la versión de 1922, el libro se titula, en latín, "Tractatus logico-philosophicus". Son alrededor de 70 páginas de proposiciones breves, atómicas, que el autor va explicando o de las que va sacando consecuencias. La primera dice: "El mundo es todo lo que acaece". La séptima y última, seguro la más conocida, afirma: "De lo que no se puede hablar hay que callar".Es el lenguajePublicada la obra, cuando Wittgenstein debiera haber iniciado una carrera académica, decidió dejar la filosofía, al menos como profesión, y durante los siguientes años buscó su destino como profesor en zonas rurales de Austria y como jardinero en un monasterio; en 1919 había renunciado a la parte que le correspondía de la fortuna familiar (unos 370 millones de dólares de nuestros días).El sueño ilustrado se había derrumbado a cañonazos, gaseado y en las trincheras, comenzaban los locos años 20, la economía iba a quebrar, el nacionalismo y las pulsiones revolucionarias avanzaban. En ese escenario de sentido y sinsentido se escribió y publicó el "Tractatus". La filosofía aún quería creer en la verdad, pero ya no bastaba la historia ni la naturaleza, menos Dios. ¿Quizás el lenguaje?"Un filósofo que en el año 1919 no tuviera nada que decir sobre el papel del lenguaje en el conocimiento y en las formas de vida humanas no tenía absolutamente nada qué decir", escribe Wolfram Eilenberger en su libro "Tiempo de magos". "De hecho, tanto Wittgenstein como Heidegger, Benjamin y Cassirer habrían confirmado sin reservas en aquel estadio (y en cualquier otro) de su pensamiento la siguiente afirmación: la forma de vida humana es una...

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