Ha vuelto a la vida el valioso órgano Cavaillé-Coll de Cartagena - 29 de Junio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 730076797

Ha vuelto a la vida el valioso órgano Cavaillé-Coll de Cartagena

Después de haber estado mudo por décadas, el Cavaillé-Coll de la iglesia Virgen Medianera de Cartagena volvió a exhibir toda esa riqueza sonora que hace del órgano el "instrumento rey", con el concierto que dio Jaime Carter hace unas semanas.

"Fue muy emocionante, porque toda la gente que va a misa ahí tiene una vinculación con el órgano; muchos se casaron o despidieron a un familiar con este órgano. Las viudas que trabajan en la parroquia y que atienden el comedor para indigentes, por ejemplo, estaban sumamente agradecidas, porque años atrás ellas cantaron con el órgano y pudieron revivir eso", cuenta Carlos Valdebenito.

El reconocido organero trabajó cuatro meses para restaurar en forma integral este valioso órgano francés, gracias a un Fondart Regional de Valparaíso de $12 millones. El proyecto incluye la formación de un músico de la parroquia para que toque el órgano en las celebraciones litúrgicas, y Jaime Carter y sus alumnos darán también recitales.

Para este rescate, el órgano fue desarmado y se trabajó en cada pieza en el taller de la Organería Valdebenito, en Olmué.

Al abrir el secreto del órgano -cámara de viento donde van puestos los tubos- apareció un documento que fecha su construcción en 1860, y no en 1878, como se creía hasta ahora.

Ese papel lo firman "Ménard & Orange", es decir, los primos Pierre Ménard y Eugène Orange, excelentes organeros a quienes Aristide Cavaillé-Coll subcontrataba para sus encargos de menor tamaño, como el de Cartagena. La mayoría de sus piezas, eso sí, son Cavaillé-Coll, partiendo por la tubería. "Y los tubos son el alma de un órgano", dice Valdebenito.

El mal de Chile

"Los Cavaillé-Coll son instrumentos muy nobles, es decir, si no se mojan, funcionan sin mayores problemas por una cantidad indeterminada de años", asegura Valdebenito.

Pero el órgano de Cartagena, dice, "tenía muchísimo daño". Y no lo causó ni la lluvia ni el abandono: "Es consecuencia directa de las reparaciones chapuceras que le hicieron y que pudimos observar por doquier. Por ejemplo, había rotura de los fuelles y parches de cuero de muy mala calidad, pegados con Agorex y corcheteados".

Ya que los fuelles insuflan el aire, son los pulmones de un órgano, pero para esa función necesitan un tipo especial de cuero. Afortunadamente, Valdebenito eliminó esos parches y los reemplazó por cuero que importó de Estados Unidos y que es producido para órganos, por gramaje y por proceso de curtido.

El teclado también exhibía una situación...

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