La vuelta al mundo haciendo voluntariados - 5 de Febrero de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 664154201

La vuelta al mundo haciendo voluntariados

COSA DE NIÑOS EN TAILANDIAChiang RaiHoy, la mayoría de los voluntariados son pagados (cada interesado paga para unirse), pero quedan algunos que hasta financian alojamiento y comidas. Así lo comprobó Francisca Velasco (28), terapeuta ocupacional que en 2014 decidió unirse a Camillian Social Center, una ONG católica que tiene programas de educación para niños del sudeste asiático. "Quería ayudar desde mi profesión, pero a través de un voluntariado que no me cobrara, así que buscqué en Google de todas las formas posibles: 'free volunteering', 'voluntariado que no cobra', hasta que encontré uno", dice Francisca, quien así pudo vivir ocho meses en Chiang Rai, una pequeña provincia del norte de Tailandia, conocida por el Wat Rong Khun o Templo Blanco, uno de los más famosos del país.

Ahí, Francisca aprovechó su profesión para atender niños con parálisis cerebral o malformaciones congénitas. Algunos de ellos, para atenderse, debían viajar junto a sus padres desde los distintos pueblos de las montañas. Una de esas comunidades era la Kayan, famosa por los cuellos alargados y cubiertos de argollas doradas de sus "Padaung", más conocidas como "mujeres jirafa".

Pero no todo fue trabajo durante su estadía en Tailandia. El voluntariado también le dejó tiempo libre, que le permitió conocer distintas ciudades y destinos, como Chiang Mai, que es la segunda ciudad más grande de Tailandia después de Bangkok; y también Pai, una ciudad que está a los pies de los Himalaya, con caminos angostos y todavía poco visitado por turistas.

Más Información: Para conocer más de la fundación, puede visitar su web CamillianChiangRai.org

EL PRIMER EXTRANJERO EN LONGTANTaiwánCuando todavía no se graduaba de ingeniero civil industrial, Rodolfo Aravena (26) asistió a un seminario de AIESEC (una organización internacional sin fines de lucro formada por jóvenes profesionales, estudiantes y recién egresados) por recomendación de un amigo. Así se sumó como reclutador de voluntarios, hasta que en 2014 decidió él mismo convertirse en uno. "Quería ver la otra cara de la moneda; cómo era estar ayudando desde otros lugares. Elegí Taiwán porque quería desafiarme al estar en contacto con una cultura completamente distinta y no tener ninguna posibilidad de hablar español", dice hoy.

Parte de su rutina durante esos dos meses y medio de voluntario en un colegio público del distrito de Longtan, en la provincia de Taoyuan, consistió en planear actividades deportivas para los estudiantes o...

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