Una vuelta por el Amazonas Brasileño - 1 de Abril de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 707244909

Una vuelta por el Amazonas Brasileño

Para tomarle el pulso a Belém -en el mapa, la puerta de entrada al Amazonas brasileño- hay que madrugar. Son las 3 am y Josué Amaral da Silva (44) está listo para la aventura. Arriba de un taxi, cruzamos Cremación, una favela que luce tan oscura como su piel. El destino es Ver-o-peso: un mercado en el puerto fluvial de Belém que se repleta de colores, olores y oficios que le dan vida a la capital del estado de Pará cuando todo el mundo duerme.

La noche está tibia y somos prácticamente los únicos turistas. Solo algunos chefs de la ciudad -que es famosa por producir una de las gastronomías con mayor influencia indígena del norte brasileño- se deleitan pensando en recetas que verán la luz varias horas más tarde.

Josué -un hombre flaco y solitario que vive con ocho gatos- no es uno de esos cocineros, pero trabajando hace 25 años como anfitrión en el único hotel ribereño de la región -el privilegiado Beira Rio-, conoce cada uno de los rincones de esta enorme feria. Un laberinto sensorial rodeado de boitesdonde ahogar la noche por pocos pesos. Y donde pescadores y vendedores de frutas y verduras conviven con lanzas y pasadizos tomados por el crack, que te obligan a caminar con las antenas paradas.

-Siempre es bueno venir con alguien que conozca el lugar. Así te aseguras de salir vivo -dice Josué sobre el mercado popular que en el siglo XVII funcionó como punto de control y recaudación de impuestos de los portugueses.

Bello caos que los pocos turistas que aún tiene Belém suelen apreciar de día, pero que de madrugada se muestra al desnudo, con buques descargando gigantescos y hermosos pescados como la amarela -una suerte de merluza amazónica que puede medir hasta 1,30 metros de largo- y decenas de hombres cargando hasta 110 kilos de peces como el caparari sobre sus cabezas.

Camiones transformados en enormes refrigeradores transportan una buena cuota de estos a otros lugares de la región, en viajes que pueden durar un día entero. Mientras el resto se transforma en protagonista de menús locales de excepción, como la deliciosa carta que prepara el chef Nelson Oliveira en el exclusivo restaurante Manjar das Garças, uno de los mejor evaluados de Belém según sitios como Tripadvisor, y que mezcla ingredientes paraenses y parisinos. Ubicado en el corazón del Parque Ambiental Mangal das Garças, en el sector Cidade Velha, este restaurante es un oasis natural donde saborear camarones rosa al tempura con tártaro de mango y menta, tucunarés asados en mantequilla o risottos de espárragos en salsa siciliana.

Pero volvamos a Ver-o-peso. De un lado están los yerbateros ofreciendo desde curar penas de amor hasta la diabetes con brebajes en botellitas de bolsillo. Del otro, el dulzor de la acerola (cereza), la pupunha (pan riberense) o el jambú: planta nativa de la Amazonía brasileña que se usa como condimento de platos tradicionales, o como analgésico natural para tratar el dolor de muelas y de garganta.

El apetito se abre y se aplaca en cada esquina dependiendo de si es el aroma a ruda, a achicoria, maracuyá u orina que los mismos pescadores derraman sobre el asfalto, los que golpean la nariz del caminante que oscila...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR