'El voto voluntario produce más altibajos en la participación que cuando es obligatorio'
Despachándose el proyecto, un importante rol central jugará en este proceso el Servicio Electoral. Su director, Juan Ignacio García, ha seguido de cerca toda la tramitación.
Si bien se muestra optimista en la implementación del nuevo sistema -"confío en mi gente y trabajarán responsablemente"-, advierte que aún no cuentan con un instrumento básico para esta labor: la "ley corta" del Servel.
"Todavía no ha sido publicada; ella permitirá que podamos trabajar con el Registro Civil para que nos puedan entregar los datos de las personas que tienen en sus bases de datos y las cédulas de identidad que han entregado". Con esos elementos, recién ahí el Servel elaborará el nuevo padrón electoral.
Porque si el proyecto avanza según los cálculos oficialistas, ingresarán al padrón para las próximas municipales cerca de 4 millones y medio de votantes.
"Ahí estaremos preparados para trabajar de inmediato y en un plazo razonable ya tendríamos una aproximación de los no inscritos y sus datos personales, agrega García.
"Soy optimista por naturaleza", afirma sobre la viabilidad de la futura ley. Y explica que si bien el paso que se dará es trascendental, ejemplifica con dos casos en la historia del país en que aumentaron significativamente los electores: en 1949 cuando las mujeres tuvieron derecho a sufragar "y doblaron el padrón"; y en los 70 cuando se bajó la edad para votar de 21 a 18 años.
"Por lo tanto, esto no es nuevo para nosotros; además, en la mayoría de los países la inscripción es automática", agrega.
Donde sí hay diferencias, dice, es en la obligatoriedad del voto. Si bien aclara que terminar con ello y hacer el voto voluntario es una decisión política y que no le compete a su servicio, expresa su opinión:
"A mi juicio, el voto voluntario produce altibajos en la participación mayores que cuando es obligatorio", acota. "El que sea obligatorio, tiene cierta estabilidad", afirma, y ejemplifica con España, donde hay elecciones con mucha participación y otras con muy baja concurrencia.
Y recuerda, además, que de aprobarse la ley, Chile será una excepción en Latinoamérica -junto a Colombia-, y su sistema se asimilará más al de países de Europa. Para La Moneda, esta reforma es clave, pues es el cambio al sistema político que más avances ha logrado dentro de lo que califican la "agenda democrática" del Gobierno.
Ayer, en este sentido, el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, dijo que permite "aumentar las oportunidades de la...
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