El voluntarismo continúa - 6 de Marzo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 606944898

El voluntarismo continúa

Contradictoria ha sido esta semana de inicio político del año. Si el ajuste fiscal anunciado constituye un necesario sinceramiento respecto del difícil escenario económico, tal realismo ha estado lejos de permear el resto de la acción gubernamental. Antes bien, el voluntarismo por sacar adelante todas y cada una de las reformas comprometidas en el programa, sin importar sus efectos y ni siquiera la capacidad para poder procesarlas adecuadamente, sigue presidiendo las decisiones.

Así, la misma administración, que convoca a destacados economistas para recoger ideas de cómo impulsar el crecimiento, asesta, vía reforma laboral, un fuerte golpe a esa posibilidad. Es cierto que el Gobierno ha presentado sucesivas indicaciones al proyecto, pero estas parecen obedecer más al intento (fallido) por equilibrar fuerzas dentro de su coalición -y cumplir así el objetivo programático de despachar la iniciativa- que al rigor en la búsqueda de perfeccionamientos. Resultado de ello, la última propuesta del Ejecutivo abunda en áreas grises que -de llegar a ser ley- serán motivo de disputa interpretativa y mayor judicialización de las relaciones laborales.

La misma administración, que convoca a destacados economistas para recoger ideas de cómo impulsar el crecimiento, asesta, vía reforma laboral, un fuerte golpe a esa posibilidad.

La desprolijidad, ¿un rasgo?Lamentablemente, la experiencia de legislaciones signadas por la desprolijidad parece transformarse en rasgo distintivo de esta administración. Emblemático pero no único es el caso de la reforma tributaria, que debió ser modificada antes de entrar plenamente en vigencia, pues de otro modo su aplicación resultaba inviable. Hoy la llamada "Ley de inclusión" siembra incertidumbre en los colegios, incluso respecto de materias escasamente debatidas durante su discusión, cual es el caso de las normas disciplinarias al interior de los establecimientos, y aun antes de entrar a operar sus disposiciones más complejas, como la aleatoriedad para seleccionar alumnos o el traspaso de inmuebles a las corporaciones. Todo esto, por cierto, con nula incidencia en mejorar la calidad de la enseñanza. En la misma línea, el voluntarismo llevó a aprobar en el último presupuesto una fórmula de gratuidad abiertamente discriminatoria, que debió ser corregida -muy parcialmente- por medio de una "ley corta". Y la obsesión por cumplir el cronograma reformista considera seguir estresando el sistema con una reforma a la enseñanza...

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