EL VOLCÁN que (casi) nadie conoce - 3 de Junio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 726619841

EL VOLCÁN que (casi) nadie conoce

Desde al menos cuatro mil años antes de Cristo, el curso superior del río Maipo ha sido uno de los pasos más utilizados por quienes pretenden cruzar la cordillera. Los alrededores de este gran río, que nace en el volcán del mismo nombre y riega todo el valle de Santiago, eran el escenario ideal donde, en distintos períodos, se asentaron variados grupos de cazadores-recolectores y, más tarde, alfareros, que aprovechaban la baja altitud, la menor gradiente y mayor amplitud de este paso -que está a 3.470 metros de altura- para ir a pie de un lado al otro de los Andes. Así lo han dicho arqueólogos como Luis Cornejo y Lorena Sanhueza, de la Universidad de Chile, quienes en su estudio Caminos que cruzan la cordillera: el rol del Paso del Maipo en la ocupación de la cordillera en Chile identificaron aquí una veintena de sitios de gran valor, algunos que datan incluso del período Arcaico III (3.950 a.C.), en los que han aparecidos restos líticos, puntas de flechas, aleros y estructuras rectangulares de piedra y trozos de cerámica.

En tiempos actuales, este paso también ha sido utilizado por arrieros y otras personas que han recorrido la parte más alta del río, camino hacia Argentina o a las vegas donde está su nacimiento. Entre ellos, montañistas.

La perfecta forma cónica del volcán Maipo y su inmensa caldera magmática -cuya última gran erupción ocurrió hace 450 mil años-, sumado al salvaje entorno de la zona, lo convirtió en uno de los desafíos más apetecidos por escaladores y aventureros. El primer ascenso documentado de este volcán data de 1883: lo hizo el alemán Paul Güssfeldt, acompañado por el arriero chileno Lorenzo Zamorano, y desde entonces no muchas personas lo han repetido.

Resulta que el volcán mismo nunca ha sido muy accesible, pues está justo en la frontera con Argentina, casi en línea recta con la ciudad de Rancagua, y acercarse hasta su base implica atravesar un solitario valle durante alrededor de 60 kilómetros. O sea, queda lejos. No solo eso: desde Chile, hoy su acceso se encuentra restringido (no así desde Argentina, donde incluso existe una desarrollada industria turística). El gasoducto que a fines de los 90 se construyó en esta zona para traer gas natural desde Argentina hizo que este valle fuese cerrado al libre paso de personas. Hoy, la vertiente chilena de este volcán se ubica completamente dentro del fundo Cruz de Piedra, propiedad de Gasco S.A., que, por razones de seguridad, exige cumplir con un protocolo muy estricto a...

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