Vlado Mirosevic Cientista político y diputado por el Partido Liberal
-En primero básico un profesor me puso Vlado Doblado. Y también, como era medio despistado, me puso Vlado Volado. Y después en tercero, cuarto medio, me decían Senador, para huev... por mi vocación política.
-¿Qué recuerdo retorna a su cabeza cuando piensa en sus padres?
-Todos los fines de semana íbamos a la parcela de mis padres en el valle de Azapa. Explorábamos los cerros con mi hermano. Encontramos hartas cosas, como restos de cántaros de greda y momias que íbamos a dejar al museo de la Universidad de Tarapacá.
-¿Cuándo fue la última vez que pegó un combo?
-Pegué muchísimos. Con mi hermano practicábamos kung fu. Peleaba de manera formal, en campeonatos, pero también informal en el colegio. Con todo. Hacíamos buenas peleas.
-¿Qué moda siguió en su adolescencia?
-Fui metalero. De primero a cuarto medio me vestí siempre de negro. En el colegio podía ir con ropa de calle, así que iba con poleras de Sepultura, Dream Theater, y tenía el pelo largo. Organicé muchas tocatas metaleras.
-¿Qué olores le dan placer?
-El perfume de una mujer es el primero que me atrae. Y el olor de las comidas. Acá en Arica, el del Mercado Agro. Hay olor a aceitunas, mezclado con chumbeques, pululos y condimentos peruanos.
-Mencione el peor rechazo amoroso que sufrió.
-Conocí a una holandesa una vez que vino a hacer su tesis de posgrado a Chile. Estuvimos juntos como dos meses. Después ella se fue y la relación a distancia no funcionó. Hablábamos por Skype. No tuvo un final tajante, murió de a poco. Nunca más supe de ella.
-¿Se ha rebelado alguna vez? ¿Frente a qué?
-Mi viejo fue funcionario del SAG y, siendo director del servicio, en dictadura, llamó a votar por el "No". De ahí aprendí una rebeldía permanente. Tengo una rebelión y una sospecha permanente con el dogma religioso.
-¿Cuál ha sido su mayor vergüenza?
-En mi segundo año de universidad llegué a una clase medio atrasado. Llegué corriendo, agitado y pidiendo disculpas. Pero una semana después me di cuenta de que me había equivocado de sala, que estaba en una clase distinta. De hecho, era una clase de otra carrera.
-¿Qué medicamentos guarda en su velador?
-Ninguno. Si estoy resfriado, prefiero pasarlo en cama. Hace como dos años dejé de meterme cosas en el cuerpo.
-¿Qué piensa de los políticos?
-Tengo una mala opinión en general. Todos los días me toca ver malas maniobras. Yo creo que se han transformado en ajedrecistas profesionales. Se dedican al cálculo permanente. Podrían vender a la mamá.
-Si entrara...
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