'Vivíamos bajo presión psicológica, no podíamos ir a misa ni orar tranquilos' - 14 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 561028430

'Vivíamos bajo presión psicológica, no podíamos ir a misa ni orar tranquilos'

"Pewvn Ruka Lefxaru", dice el letrero, que en una traducción libre significa "Casa de Primavera Lautaro". La placa fue puesta hace 11 meses, cuando mapuches del Lof Rofue (conjunto de comunidades) ingresaron al lugar por segunda vez -en la primera fueron desalojados- reclamando las nueve hectáreas del recinto y otras del fundo Santa Lucía, contiguo al seminario, de propiedad de la familia Pritzke.

Según los vecinos de Licanco -11 km al sur de Temuco, en Padre Las Casas- el movimiento en donde funcionaba el Seminario Mayor San Fidel es mínimo. Está a orillas de una ruta interior pavimentada y la actividad de la veintena de ocupantes no se advierte desde la reja perimetral.

"Ellos sí viven en los edificios, pero están metidos por allá adentro, hacen fogatas. Pero nosotros no conversamos con ellos", dice Fernando (no entrega su apellido), quien también es mapuche y vive al frente.

"Ellos reclaman esa parte, pero en realidad nos tendría que corresponder algo a nosotros, los del Lof Licanco, si es que compran esas tierras. Acá somos como 200 familias y tenemos lo que usted ve: mi padre tuvo 10 hijos y entre todos los hermanos nos repartimos lo que hay", dice, al indicar, un pequeño terreno.

La Diócesis de Villarrica adquirió las nueve hectáreas en 2002 a Erwin Kunzagk Pritzke. En 2004 se inició la construcción de los tres edificios de unos 400 metros cuadrados cada uno. Con aportes extranjeros se logró levantar un recinto para albergar a 70 seminaristas, con habitaciones con baño privado.

En agosto de 2012 se produjo el primer ingreso violento por parte de mapuches al lugar. "Estábamos en clases, entraron con palos y nos fueron a decir que se tomaban el recinto. Tuvimos que salir de la sala de clases y suspenderlas", relata el seminarista Fernando Reumay (24).

Carabineros desalojó el lugar y cinco personas fueron detenidas y formalizadas por el delito de usurpación violenta. En el juicio oral el grupo fue absuelto y obligado a pagar una multa de 2 UTM ($81 mil). La Diócesis de Villarrica no presentó querella y compareció solo como testigo y víctima.

Seis días después de la lectura del fallo, el 29 de abril de 2014, el grupo volvió a ocupar el lugar. No se movieron más de allí y, al mes siguiente, el obispo de Villarrica Francisco Javier Stegmeier decidió trasladar las actividades lectivas del seminario a la casa de ejercicios de Villarrica. "Desconcentraba mucho ver pasearse a personas con pasamontañas o que rondaran por las noches. Nos querían...

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