Cómo viven los habitantes de la península de Crimea a un año de la anexión a Rusia - 14 de Marzo de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 561026166

Cómo viven los habitantes de la península de Crimea a un año de la anexión a Rusia

El 16 de marzo del año pasado, por medio de un rápido referendo respaldado por Moscú, el 96% de los votantes de este territorio rodeado por el Mar Negro decidió decir adiós a décadas de soberanía ucraniana y lanzarse a los brazos de Rusia.

Cinco días después, el Presidente Vladimir Putin firmó el decreto que oficializó la anexión, abriendo un severo conflicto con Ucrania y desatando la peor crisis con las potencias occidentales desde el fin de la Guerra Fría.

Sin embargo, para Raísa Lozínskaya (57), propietaria de un pequeño hotel en la ciudad de Yevpatoriya, situada en la costa sur de Crimea, fue un día glorioso, como un "regreso a casa".

Hoy incluso alberga de forma gratuita en su hotel a seis familias de refugiados prorrusos del este de Ucrania, azotado por una guerra civil que ya deja 6.000 muertos.

Asegura que si Crimea no se hubiera anexado a Rusia, ellos estarían sufriendo un "baño de sangre". "Crimea nunca fue ucraniana. Han sido demasiados años de 'ucranización'. Nos imponían muchas cosas. Me sentí bien al ver las banderas rusas por todos los lados", recuerda Lozínskaya.

Nueva identidad

La activista y bloguera Elizaveta Bogutskaya decidió irse de Crimea tras la anexión y radicarse en la parte continental de Ucrania. Cuenta que hoy cualquier símbolo nacional ucraniano está prohibido en la península, sean las banderas o los himnos. "Imagínese que hemos vivido durante 23 años como parte de Ucrania y hoy los niños ni estudian la historia ucraniana. En el ramo de la historia de Rusia les explican que Crimea ha sido rusa desde los tiempos de antes de Cristo", dice.

Las diferentes visiones sobre lo ocurrido con este territorio de dos millones de habitantes y del tamaño de Haití han creado una atmósfera de alta tensión en la sociedad, según Bogutskaya.

"Varios matrimonios se han destruido porque uno creía que Crimea era rusa y el otro que era ucraniana. Llegaron a odiarse", añade la bloguera.

Nariman Dzhelyalov, vicepresidente del consejo de los tártaros crimeos, la tercera etnia en la región por la cantidad de habitantes después de los rusos y ucranianos, dice que, tras la anexión, en Crimea se dificultó el acceso a las cadenas de televisión ucranianas, ya que solo se las puede ver por cable o por internet. "Hay problemas con la libertad de expresión. Formular tu postura abiertamente hoy aquí puede ser peligroso", explica a "El Mercurio".

"Aquí lo que importa no son los cambios materiales, sino los sentimientos de la gente. Se vive un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR