Cómo se vive en el Congreso la crisis - 7 de Junio de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 572977734

Cómo se vive en el Congreso la crisis

Los malos ratos de este tipo se han hecho cada vez más frecuentes para quienes ocupan un escaño en el Congreso. El fenómeno -que antes era solo esporádico, según los legisladores- se perfiló hacia fines de 2014, cuando trascendieron los aportes del grupo Penta a campañas políticas. Pero mostró toda su fuerza a contar del verano, tras el estallido de los casos SQM y Caval (ver cronología).

A ellos se han ido sumando otros hechos. El viernes, por ejemplo, el senador Carlos Bianchi (Ind.) fue desaforado en un proceso por fraude al fisco y negociación incompatible.

Los ven y dicen: "!Guarden las billeteras¡"

Las groserías, murmuraciones y gestos obscenos contra los parlamentarios -quienes no reportan, hasta ahora, ataques físicos- se han dado en sitios públicos. Incluso en algunos que, por sus características, parecían "seguros".

Como los ocurridos al interior de restoranes o a bordo de vuelos comerciales. "!Guarden las billeteras¡", "!Se puso mal olor la cosa¡" o "!Frescos de r...¡" son algunas de las frases que miembros del Congreso admiten -bajo reserva- haber afrontado en esos lugares.

Las pullas constituyen, en todo caso, solo una manifestación visible de la crisis por la que atraviesa la clase política en general, cuyos niveles de aprobación alcanzan mínimos históricos, según distintas encuestas.

En el Congreso hay conciencia del problema, a la par que inquietud. Pues, según algunos, la "caída libre" aún no finaliza. Otros, más optimistas, creen que ya se tocó fondo, y que ahora corresponde tratar de salir a flote. Lo que, en la práctica, pasa por recuperar la confianza de la gente.

Los legisladores saben que se tratará de un proceso largo. La mayoría de los pronósticos considera que la fase más compleja de la crisis podría prolongarse aún por algunos meses. Y que la "normalización" propiamente tal podría tomar incluso años. "El problema es que la clase política, ante los ojos de la gente, entró en la categoría de los abusadores. El Congreso debe hacer un acto de contrición", resume el vicepresidente del Senado, Alejandro Navarro (MAS).

Su par en la Cámara, Patricio Vallespín (DC), coincide. Cree que la única forma de recuperar la confianza es atender las expectativas ciudadanas: "ajustar" hacia abajo las dietas, descontar dinero por ausentarse de las sesiones y cambiar el financiamiento político para terminar con las dudas por los aportes privados.

El repliegue de marzo

Pero más allá del debate sobre la manera en que se zanjará finalmente la crisis, senadores y diputados libran cotidianamente -a nivel individual- una pulseada para tratar de sortear un momento complejo. En opinión de algunos, el peor que se vive en el Congreso desde la vuelta de la democracia.

La mayoría coincide en que el instante más "negro" fue marzo. Al término del receso parlamentario y cuando casos como Caval y SQM estaban en plena ebullición. En ese minuto, los legisladores -prácticamente sin excepción- se replegaron y bajaron al mínimo sus actividades públicas. Como el senador UDI Iván Moreira -uno de los parlamentarios directamente cuestionados (ver recuadro)-, quien por esos días admitía en los pasillos del Congreso que, a diferencia de otros tiempos, ya no convocaba a ruedas de prensa los fines de semana para hablar de la contingencia.

Casi...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR