Ex sí­ndico de la U sufre junto a su familia un violento asalto a manos de 4 delincuentes - 2 de Marzo de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 361680458

Ex sí­ndico de la U sufre junto a su familia un violento asalto a manos de 4 delincuentes

El reloj marcaba las diez con veinte de la noche del miércoles. José Manuel Edwards estaba sentado en el sofá de la sala de estar de su casa, acompañado de su señora, Virginia, y por el hijo de la asesora del hogar que lo ayuda hace años. Veían por televisión el partido de fútbol entre las selecciones de Chile y de Ghana. Entonces, afirma Edwards, observó pasar por el pasillo -que une las habitaciones de la planta inferior del hogar que construyó él mismo hace 20 años-, a cuatro hombres jóvenes, vestidos impecablemente de negro. Concentrado en la transmisión, el síndico de quiebras los confundió con amigos de Diego, su hijo médico, quienes frecuentan la casa durante los partidos de la selección.

La impresión cambió de repente. Dos de los desconocidos ingresaron a la pieza que también sirve de escritorio para Edwards y ante una escena, que él define de "sorprendente", uno de los encapuchados -porque así iban los delincuentes, a rostro cubierto- le dijo escuetamente: "Esto es un asalto".

En el intertanto, el otro par de sujetos reducía a golpes a Diego en el segundo piso y tomaba del cuello a la asesora del hogar en la cocina. Las víctimas fueron reunidas sobre el sofá en que ya se encontraban el ex síndico de la "U", su esposa y el hijo de la empleada. Los individuos les ordenaron a garabatos darse vuelta y mirar hacia la pared, de rodillas encima de los cojines, y los amarraron con las corbatas del dueño de casa, que sustrajeron del dormitorio matrimonial de la primera planta.

Vendrían veinte minutos de verdadera tensión, comenta Edwards, donde mantuvo la calma. "Gracias a Dios, yo que soy impetuoso, estaba muy tranquilo", reconoce. Los delincuentes insultaban a su familia mientras registraban la morada buscando dinero, joyas, electrodomésticos y una inexistente caja fuerte.

Fue precisamente la búsqueda de ese compartimento de seguridad -que el padre del diputado de RN del mismo nombre, no mantiene en la propiedad-, lo que provocó que el clímax de la escena aumentara de temperatura, y que los antisociales los amenazaran con matarlos a todos y los apuntaran con un arma que parecía ser una escopeta hechiza, al tiempo que blandían agresivamente las largas cuchillas que portaban.

En esa secuencia de miedo, rabia, dolor e impotencia, José Manuel Edwards dice que se dio vuelta y encaró a los delincuentes. "Yo trabajo en quiebras, soy el ex síndico de la "U". Mírame la cara", desafió a la persona que prometía dispararle si no les señalaba el...

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