'El vino es una obra de arte'
-Dime si estoy bien.
El pañuelo -aclara- acentúa su lado femenino, que no pretende esconder.
Quien es uno de los hombres más influyentes y respetados de la industria del vino en Chile y California, lugares entre los que reparte su residencia, sus hijos, sus nietos, y donde posee renombradas viñas, Quintessa, Flowers, The Prisoner y Faust en California, Veramonte y Neyén en Chile, cuando ya ha cumplido 80 años -que no se le asoman- y se ha "liberado" del trabajo diario, para dedicarse "a las cosas bellas de la vida", entre ellas preocuparse de mejorar lo que él llama la pobre imagen que tiene el vino chileno en el exterior, admite que los viñateros "tienen un ego súper inflado". Y él, claro, no es la excepción.
-Somos egocéntricos -dice en esta calurosa mañana, ya sentado en un fino sillón de cuero en la oficina de la presidencia de la viña Veramonte, una construcción imponente, con escalinatas y columnas en pleno valle de Casablanca, donde se cuela por todas partes el olor de los mostos fermentándose.
Y ese egocentrismo es quizás una herramienta clave para esta industria, que para vender necesita, además de vino, una leyenda familiar o un terruño con temperaturas, humedades y vientos, o unas parras añosas, una cepa veleidosa, un enólogo audaz. En fin, un relato que vista de gala la etiqueta y le quite el olor a commodity y a Coca Cola.
-En esa botella -dice, apuntando hacia unos vinos- hay un líquido, hay una bebida, pero eso es la mitad o menos. La otra mitad es la persona, el enólogo, el cuento. El vino ha ocupado en la mente de la gente un espacio mucho más grande que el de una bebida o de un alimento. ¿De qué hablaba Homero? ¿De los quesos o las papas? !No¡, Homero hablaba del vino.
-Porque emborracha un poco.
Se ríe.
-Porque emborracha un poco, pero poco. El vino no es un medio para emborracharse, es un medio para el placer, que es distinto. Sin duda que si el vino no tuviera alcohol, no sería lo que es. Parte del atractivo inconsciente del vino es que te desinhibe un poco, te mejora el ánimo, te desata, te libera, tiene ese efecto. Pero el vino, además, te entrega eso en un medio estético muy fuerte. La gente quiere saber del vino, es parte de nuestra cultura, hay clases universitarias de apreciación del vino. O sea, es un producto que de alguna forma es también una obra de arte.
"Me arrepiento"
Agustín Huneeus -que hace unas semanas estuvo en Chile invitado por "Encuentros El Mercurio" para dictar una charla- llegó al mundo del vino por casualidad. Trabajaba en la pesquera de su padre cuando Eduardo Guilisasti, que entonces era corredor de bolsa, lo invitó a comprar acciones de Concha y Toro -que era una empresa pequeña- con intenciones de liquidarla. Pero asumió como gerente general y le tomó el peso al potencial exportador de esta industria. Como gerente, logró, durante la reforma agraria, impedir que fueran expropiados los viñedos, pero tras la llegada de la Unidad Popular decidió vender sus acciones en la compañía. Se convirtió en un exitoso ejecutivo de...
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