Viña del Mar: playas, literatura y cafés - 22 de Febrero de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 558339434

Viña del Mar: playas, literatura y cafés

Se esté o no de acuerdo con las palabras de Edwards Bello, no se puede negar que Viña del Mar ha sido uno de los balnearios importantes para el país de las letras. En 1863 la vía férrea Valparaíso-Santiago ya estaba completa, dándole a la ciudad más relevancia y comenzando su período de florecimiento. Con ello, una cantidad de población flotante apareció en la ciudad. Benjamín Vicuña Mackenna era una de las personas residentes de Viña que escribió sobre el tema. En su libro De Valparaíso a Santiago de 1877, relata: "Familias conocemos que han traído el último verano un continjente de cien bocas, de capitán a paje. En el estío, este número tal vez se duplica i en los domingos recibe, a costa de Valparaíso, la población flotante de una ciudad entera". Claro que esto era un problema, debido a las condiciones de la ciudad que también describe en sus textos: "Este crecimiento es, sin embargo, puramente espontáneo, i por lo tanto incierto i precario. Ni el empresario ni la autoridad hacen el más leve esfuerzo por desarrollar la población, ni por mejorar sus condiciones hijiénicas". En 1878, Vicuña Mackenna junto con un grupo de vecinos del pueblo mandaron un documento a la Intendencia de Valparaíso pidiendo que se creara una municipalidad. El presidente de la época, Aníbal Pinto, accedió y ese mismo año se creó el municipio de Viña del Mar.

De ahí en más, la ciudad solo crecería. En 1905 se creó el Castillo Wulff, una de las postales más reconocibles del balneario y que desde 1990 hasta 1999 albergaría la colección de escritos y artículos relacionados con el mar del novelista Salvador Reyes, un amante confeso del océano. La muestra no deja de ser un gesto amable de parte de la ciudad, tomando en cuenta que el escritor no es viñamarino, a diferencia de creadores tales como Ignacio Balcells, nacido en Viña pero más asiduo a disertar sobre el océano en general que el de la ciudad que lo vio nacer.

Otro escritor porteño que terminaría ligado por razones culturales a Viña es Augusto d'Halmar, parte del grupo literario Los Diez y ganador del Premio Nacional de Literatura en 1942. El autor viajó por diversos países, como Grecia, Francia y España para volver en 1934 a Chile, donde fue funcionario de la Biblioteca Nacional hasta que, en 1939, asumiría como director del Museo de Bellas Artes de Viña del Mar.

D'Halmar también fue contemporáneo de Carlos Pezoa Véliz, poeta más ligado a la ciudad gracias a su rol como docente y periodista de la revista...

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