Las viejas fracturas sociales que reavivó la crisis política en Bolivia - 30 de Noviembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 828095077

Las viejas fracturas sociales que reavivó la crisis política en Bolivia

Cuando Jeanine Áñez, la Presidenta interina de Bolivia, entró por primera vez al Palacio Quemado, su gesto de celebración no dejó indiferente a nadie: "Dios ha permitido que la Biblia vuelva a entrar a Palacio. Que Él nos bendiga", dijo, mientras sostenía una antigua y voluminosa edición de las sagradas escrituras. "Esto es por Bolivia", afirmó al alzar el libro de tapa de cuero, sugiriendo -sin verbalizarlo- que estuvo vetado durante los casi 14 años de Evo Morales en el poder.Este tipo de invocación de tinte religioso aparentemente dirigida a quien fuera el primer mandatario indígena del país -quien introdujo varios símbolos de la cosmología andina en los ritos del Estado, desde su vestimenta hasta la celebración del Año Nuevo aimara en las ruinas de Tiwanaku-, ya había sido usado por el líder opositor Luis Fernando Camacho en su "ultimátum" al exsindicalista cocalero: "Voy con mi fe y mi esperanza; con una Biblia en la mano derecha y su carta de renuncia en mi mano izquierda", afirmó el dirigente cruceño, quien solía dar sus acalorados discursos junto a una figura de la Virgen y con un rosario en la mano.A la imagen de Áñez y Camacho reivindicando la tradición católica en Bolivia, lo que según sus críticos tuvo una intención "revanchista" ante el indigenismo promovido por Morales, se sumó otro gesto que provocó un gran impacto: muchos policías y militares celebraron la renuncia de Evo sacando de sus uniformes el parche de la wiphala , la bandera de siete colores y 49 cuadrados que representa a los pueblos indígenas y que desde la promulgación de la Constitución de 2009 es un símbolo patrio oficial del Estado Plurinacional de Bolivia.Hoy esta bandera se ha convertido en un emblema de las viejas fracturas sociales que han reflotado en Bolivia, en medio de la violenta crisis que ya ha dejado más de 30 muertos en el epílogo del evismo. Los opositores a Morales emparentan la wiphala con el Movimiento al Socialismo (MAS) y la han llegado a quemar públicamente, lo que ha indignado a los seguidores del expresidente y particularmente los movimientos indígenas, que la empuñan en sus manifestaciones al grito de "!la wiphala se respeta, carajo¡". En algunas zonas donde se han producido hechos violentos, como la ciudad de El Alto, muchos ciudadanos incluso la usan ahora como un "amuleto de protección" para evitar ser víctimas de saqueos o daños en sus negocios o casas. Y luego que funcionarios la retiraran del palacio, Áñez debió reponerla, aunque le...

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