La vida en no
-Siempre ando con mis productos para no utilizar otros. En los restaurantes no uso jabón, solo agua. A veces ando trayendo un alcohol gel que preparo en el bolso -explica.
Paula Casanova, diseñadora industrial de 40 años y socia fundadora de Mercado Orgánico, ha optado por un camino similar. Es vegetariana, pero además decidió erradicar el plástico de su vida. Nunca guarda comida en envases herméticos ni bolsas; para esto, se preocupa de cocinar lo justo, de modo que no le sobre nada preparado. Para envolver comida en el refrigerador utiliza papel.
-Jamás metería comida dentro de una bolsa plástica. Un mango orgánico, que viene en una caja de madera, ordenado, equilibrado, es muy distinto a uno que viene en una bolsa plástica. La bolsa no tiene poros, no permite respirar a la fruta. El plástico genera una frecuencia que adhiere ciertas ondas en la comida, y creo que eso daña, es un problema -acota convencida.
Pero su rechazo al plástico no tiene que ver solo con la relación entre alimentos y plásticos, que le parece nociva, sino que abarca todos los ámbitos de consumo. Usa solo vasos de vidrio, ropa sin fibras sintéticas, zapatos lo más naturales posibles (ojalá de corcho), productos de cuidado femenino de tela y hasta artículos de escritorio libres de plástico.
-Todo esto puede parecer más caro, pero se compra menos: los zapatos plásticos son mucho más rotativos. Uno es más austero -acota-. El otro día en una feria vi unos lápices de madera hechos a mano, preciosos. Compré 10. Me van a durar ocho años.
Del mundo
a Chile
En los países desarrollados cada vez hay más personas que, como Paula y Valeria, están optando por alejar de su vida productos propios de la modernidad, como la comida industrializada, el azúcar, los aditivos químicos -colorantes y conservantes- y las frutas o verduras que han estado expuestas a pesticidas. Hasta de la contaminación electromagnética, esa que emana de aparatos electrónicos e inalámbricos y redes wifi, intentan alejarse.
Su principal motivación es buscar una mejor salud. Y en esa búsqueda, la comida suele ser el principal foco de restricciones. Según el informe "Libre de-tendencias alimentarias" (Free From-Food Trends 2015), de la consultora de mercado Mintel, en Estados Unidos el 84 por ciento de los consultados dice buscar productos más naturales. El 43 por ciento declara consumir alimentos "free from" (es decir, libres de algo: azúcar, sal, grasa, aditivos). De ellos, el 79 por ciento hace sus elecciones...
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