La vida en medio del Amazonas - 15 de Marzo de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 631420258

La vida en medio del Amazonas

Moju está 2.776 kilómetros al norte de Sao Paulo. Para llegar hay que volar cuatro horas desde Sao Paulo hasta Belém, la capital del estado de Pará, para luego, en el puerto de esta ciudad -ubicada en la desembocadura del río Amazonas en el Atlántico-, subirse a un barquito. Quedan aún tres horas de viaje, río adentro.

Hoy, casi toda la comunidad está reunida en el galpón, esperando a los visitantes. Sus trajes de colores fuertes y sus grandes sonrisas contrastan con su piel oscura o de color mate. A pesar de estar en plena selva, sacan sus celulares para tomar fotos de los recién llegados.

En este galpón, los habitantes del sector se organizan para trabajar en su gran fuente de ingreso: la recolección de semillas y frutos que después venden. Su principal comprador es Natura, la empresa de cosméticos más grande de Brasil y con certificación de tipo B, que se entrega a compañías que buscan soluciones para problemas sociales y/o ambientales. Los frutos que recolectan y luego venden a esta empresa son llevados a la industria de la marca, llamada EcoParque, que está en el municipio de Benavides, también en el estado de Pará.

María Creuza es una de las mujeres más antiguas de la comunidad. Sentada dentro del galpón, en unos comedores, escribe su nombre para que se comprenda: "M-a-r-í-a C-r-e-u-z-a". Aunque habla portugués, es una de las pocas palabras que sabe escribir. Usa un vestido largo floreado y el pelo crespo es mezcla de negro y blanco por las canas. No recuerda cuántos años tiene, pero sí que estos terrenos eran de su padre y por eso se instalaron hace varios años aquí. De niña fue poco a la escuela, ya que se dedicó al cultivo. Sus padres le enseñaron a trabajar con el arroz, choclo y açaí. "Mi mamá me enseñó todas las etapas para producir las semillas sin máquinas ni equipamientos, todo artesanal", dice con orgullo.

El fruto más importante para la comunidad, y el que se da en mayor abundancia, es el açaí, que por fuera es parecido a un arándano. Recolectan más de 40 toneladas al año. El fruto se da en una palmera llamada açaizeira, que crece de manera silvestre en la selva del Amazonas. Su tronco es delgado, ligeramente curvo, y alcanza 25 metros. A esa altura les enseñan desde niños a trepar para, desde arriba, arrojar el açaí al suelo y luego seleccionar los que estén maduros. Es lo que ellos llaman en portugués apanhar (tomar o coger, en español). Los padres de María Creuza le enseñaron cómo subir el árbol, ella les enseñó a sus...

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