La vida introspectiva de Hernán Somerville - 17 de Junio de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 934812347
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La vida introspectiva de Hernán Somerville

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Vincent

Hernán Somerville hace cambio de luces desde su Jaguar negro. Es lunes, hace frío en Zapallar y para llegar a su casa, en lo alto de un condominio, hay que seguir el auto que él conduce. Allá arriba, el Océano Pacífico es como una pintura azul, quieta y enorme, que entra por las ventanas de toda la casa, donde hay muchas fotos enmarcadas en las que aparecen su mujer, sus tres hijos, sus ocho nietos.-Vamos al segundo piso, a la salita, allá es donde yo me instalo -dice avanzando por el pasillo. Tiene 82 años y lleva el pelo largo y canoso. Viste una camisa blanca, un suéter azul y un pañuelo de seda estampado. En las muñecas, tiene varias pulseras de cuero.La salita del segundo piso tiene sillones cómodos y muchos libros, en inglés y español, sobre una mesa. Varios, hablan del duelo o del sentido de la vida, lecturas que ha estado revisando en los últimos meses desde que murió Pamela, de 45 años, su hija del medio, en enero pasado. El año del pensamiento mágico de Joan Didion, Meditaciones de Marco Aurelio y La consolación de la filosofía de Boecio son algunas de sus lecturas recientes.-La lectura es maravillosa porque cuando uno lee, se mete en el texto, está inmerso en él. Entonces durante cuatro horas yo estoy en el libro, fuera de este mundo -dice.Alejado de la vida pública -hoy es miembro del directorio de Enel Américas y además maneja las finanzas de dos personas y las propias, en conjunto con su hijo mayor que vive en Miami- hace dos años se instaló con su mujer de forma permanente en Zapallar. Aunque todos los días se informa de las variaciones de los mercados y lee diarios internacionales, su rutina en la playa es bastante introspectiva, con muy poca vida social.-Camino todas las mañanas tres kilómetros, en dirección a Papudo. Después vuelvo, veo los correos y me pongo a leer hasta las dos de la tarde. Normalmente hablo con mi hijo Sebastián por teléfono para ver qué vamos a hacer: comprar, vender. Después me junto con las perras, que ya saben perfectamente a qué hora llego. Están programadas, son muy inteligentes. En el verano y los días buenos, juego con ellas afuera. Y cuando hace frío, adentro, cosa que a mi mujer no le gusta mucho, pero qué diablos.También, dirá después, pasa tiempo con su nieta de un año, la hija de Pamela, que era madre soltera. La niña quedó al cuidado de él y su señora. Es un tema del que le cuesta hablar.-Esto para mí ha sido... Una muerte sorpresiva con esto, cómo lo llaman, un trombo pulmonar. De un día para otro. En esta casa.-¿Usted estaba aquí?-Aquí estaba. Subió mi mujer a las nueve a verla y pensó que...

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