Viajera e intelectual del siglo XIX - 26 de Septiembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 693731333

Viajera e intelectual del siglo XIX

A sus 76, Olivia Silva, educadora, co-fundadora en los años 80 de una ONG por los derechos de la mujer y tataranieta de Maipina de la Barra, cuenta que se crió muy cerca de su abuela Enriqueta Aliaga, y siempre supo de Maipina. Habla con orgullo de las mujeres que la antecedieron en su estirpe.

-Mi abuela Enriqueta fue como una hija de la Maipina, en el sentido de heredar su personalidad fuerte. Tuvo ocho hijos con su marido y, cuando supo que él le era infiel, lo echó de la casa, sin tener nada. Con una educación muy buena, pero ninguna carrera, decidió enseñar. Llegó a directora.

Olivia no solo conoció de cerca a su abuela. También, dice con orgullo, alcanzó a coexistir dos años con su bisabuela, la única hija de Maipina de la Barra, Eva Filomena, quien murió en 1943.

Pero la familia De la Barra, y todas las ramas de la estirpe que descienden de ella, le deben el rescate -y en algunos casos, el conocimiento, asegura Olivia Silva- de este personaje extraordinario del siglo diecinueve, a una joven historiadora chilena. Carla Ulloa, historiadora de la Universidad Católica de Valparaíso, quien prepara su doctorado en la UNAM de México, recuerda que a la familia De la Barra, y a sus descendientes contemporáneos, le debe haber encarnado a Maipina de la Barra en un personaje real.

Durante mucho tiempo, Maipina, chilena decimonónica de carácter resuelto, educada en un hogar culto y aristocrático, pianista, conferencista, escritora, espiritista, masona y gran viajera -tal vez sus viajes sean su mayor distintivo, en una época y sociedad donde las mujeres no viajaban (ni vivían) sin la tutela de un hombre- fue para esta historiadora un personaje digno de investigar para su tesis de magíster en la Chile. Pero pronto descubrió que a Maipina no la conocía nadie. Su vida había sido extraordinaria, pero de ella no quedaba rastro en ningún lugar de Chile, después de su muerte, en 1904.

Esta historiadora pasó tres años escrutando archivos bibliográficos, hemerotecas, las Bibliotecas Nacionales de Chile y Argentina, y hasta doctos catálogos en Europa, para intentar trazar a esta rupturista. Una mujer que, de acuerdo a los escasos hallazgos históricos, parecía haberse construido una vida propia en un mundo patriarcal. Buscando, Carla se topó con la arquitecta Ximena de la Barra, quien, como su hermana Flora, es sobrina bisnieta de Maipina de la Barra. Ximena y su rama de la familia guardaban un precioso archivo familiar que entregó importantes pistas sobre...

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