El viaje de las nanas
Gladys tiene 39 años y, al igual que su hermana, su mamá, sus vecinas y sus primas, trabaja como asesora del hogar. Ellas viven en Puchuncaví, un pueblo a 20 minutos en micro de Marbella. "No creo que haya otra pega acá en la que pueda ganar 25.000 pesos diarios. Por eso, la mayoría de las mujeres de Puchuncaví se salva así. En el verano no vas a encontrar a nadie en el pueblo", dice.
A los 10 años, Gladys conoció Marbella. Su mamá trabajaba en el resort y no tenía con quién dejar a su hija. Uno de sus jefes fue Andrés Allamand. "A veces, mi mamá me echaba al dormitorio de la nana para que no estorbara. Yo era chica y quería usar las cosas que veía o comer la comida de los dueños".
Gladys tenía 18 años cuando una familia con la que trabajaba en Marbella le ofreció irse a Santiago. Ella aceptó y dejó a su hija de meses a cargo de su mamá. Se empleó por un mes en una casa en La Reina, donde no tenía pieza. Dormía en un pasillo, acostada sobre un colchón.
Renunció y volvió a Puchuncaví, a trabajar sin contrato en Marbella. Gladys nunca llevó a su hija a su empleo. "Ella iba a ver niños y no iba a poder hacer lo mismo que ellos. A mí me pasó, no quería que sintiera lo mismo".
Gladys hoy vive en la población Cruz del Llano, en Puchuncaví, con su hija, su hermana, sus sobrinos y sus gatos y perros. "Las casas que he conocido en mi vida han sido bonitas, pero ya nada me asombra. Ni los autos de lujo ni las piscinas".
Gladys tiene que esperar que su celular suene para saber si va a tener trabajo un fin de semana o en el verano. Con el sueldo de esos dos meses, que puede rondar el millón de pesos, tiene que sobrevivir el resto del año. Si tiene algún problema económico, vende ropa en la feria.
"Cuesta ambientarse a los patrones, hay que aprender las mañas. Con visitas, cambia el sistema. Cuando están solos son relajados, pero hay visitas que son demasiado cuiconas y son más pesadas que los mismos patrones", dice.
Zona saturada
Puchuncaví es una comuna con 22 localidades en la V Región; entre ellas, Horcón, Ventanas y Maitencillo (donde está Marbella). Puchuncaví es, además, el centro cívico, donde está la municipalidad, el consultorio y el retén de Carabineros. De los 16 mil habitantes de la comuna, aproximadamente 1.300 residen ahí.
El pueblo está dividido en pequeñas poblaciones y la principal actividad económica son los comercios independientes. Ninguna de las 17 empresas de la comuna está instalada en el centro.
"Las mujeres solo piensan en trabajar como asesoras del hogar, difícil en otra área", afirma Jacqueline Villarroel, encargada de la Oficina Municipal de Intervención Laboral, OMIL. "Podemos ofrecer empleos con otro perfil, pero ellas han trabajado toda su vida en eso, no podemos sacarlas de su hábitat para ponerlas en una empresa grande. Y se desmotivan, porque sienten que no tienen oportunidades dentro de Puchuncaví, que su mundo es Marbella, Cachagua, Zapallar".
Jacqueline atiende a unas 10...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba