Viaje a la moda seductora - 29 de Noviembre de 2011 - El Mercurio - Noticias - VLEX 334992606

Viaje a la moda seductora

El pasado Victoria's Secret Fashion Show -efectuado el 9 de noviembre en Nueva York- será retransmitido oficialmente por la cadena de televisión CBS esta semana y se espera que repita ese récord. Tiene todos los elementos para lograrlo: un casting con las modelos más sensuales del momento luciendo diminutas creaciones llenas de transparencias, encaje o plumas; la producción costó cerca de 12 millones de dólares e incluyó la actuación de Maroon 5, Jay Z, Kanye West y Nicki Minaj, quienes cantaron mientras las modelos cruzaban la pasarela.

El show, es descrito como la extravagancia más sensual y explosiva de la moda. Un desfile de una marca de ropa interior donde lo que menos importa es la lencería, porque los diseños que llevan sus modelos son más fantasiosos que prácticos, como el "Fantasy Treasure Bra", un brassiere de 2.5 millones de dólares. Un modelito minúsculo que seduce por su tamaño y porque está bordado con diamantes de 124 quilates, perlas, citrinas y aguamarinas. Una pieza de museo. Un arma de seducción.

La lencería como objeto de deseo y fantasía tiene data reciente. Primero fue algo práctico, luego una suerte de tortura.

En el mundo antiguo -que en este caso debe entenderse como todo lo que sucedió antes del siglo XIX- la ropa interior no seducía. No importaba. Tampoco intrigaba. No se exhibía ni en privado. Su utilización estaba más relacionada con la higiene que con la provocación.

Antes del siglo XIX, las mujeres solían llevar bajo sus trajes sólo prendas prácticas. La principal era una amplia camisola de lino o algodón de corte recto que llegaba hasta las rodillas. Se complementaba con enaguas de telas pesadas que no tenían nada de coqueto: servían esencialmente de abrigo. A inicios del 1800 aparecieron los calzones, que inicialmente fueron utilizados por las damas aristócratas. Para mantener el recato, su largo no debía extenderse por debajo del vestido. Esto se debía a que, revelar partes de la ropa interior era un gesto erótico femenino que simbolizaba el acto de desnudarse.

En esos años también se fabricaron algunas de las más peligrosas estructuras para moldear la figura femenina. La principal fue el corsé, que había comenzado a incorporarse al guardarropa femenino a fines del siglo XVIII, pero que a partir de 1800 se convirtió en el artilugio más cruel y enérgico para moldear la silueta de las mujeres. Una cárcel de palillos de acero, telas reforzadas y maderas que encerraba el torso, alteraba la cintura y exaltaba las curvas.

El corsé no sólo demandaba una enorme tortura física, también requería de un trabajo pesado en su postura. Esta tarea requería de por lo menos dos personas: la usuaria, que debía contraer su estómago, y una sirvienta, quien tiraba fuertemente de los lazos hasta alcanzar la cintura de avispa deseada. Tanto esfuerzo pasaba la cuenta porque el corsé, además de distorsionar el cuerpo, afectaba desde la respiración hasta la reproducción. En Inglaterra se formó la Asociación...

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