Viaje a las entrañas de 'La Bestia', el tren de los inmigrantes que sueñan con llegar a EE.UU. - 1 de Septiembre de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 457082482

Viaje a las entrañas de 'La Bestia', el tren de los inmigrantes que sueñan con llegar a EE.UU.

Doce de ellos murieron hace justo una semana, cuando "La Bestia" descarriló el domingo 25 con 200 inmigrantes a bordo en el estado sureño de Tabasco.

Esa vez fueron el exceso de velocidad del tren y la lluvia las causas del accidente y de las muertes. Pero en otras ocasiones, en la mayoría, son los asaltantes, violadores, secuestradores, los carteles de la droga, o simplemente un descuido que los hace caer del techo de los vagones de carga, los que terminan con las vidas y las ilusiones.

Tres personas que voluntariamente intentaron domar a "La Bestia" cuentan a qué se enfrentan quienes no tienen nada y solo quieren una oportunidad para empezar de nuevo.

Amenazado por la policíaCarlos Villalón, fotógrafo chileno, viajó dos veces en "La Bestia", una de forma independiente y otra para un programa de la cadena CNN, entre los poblados Arriaga (Chiapas) y Chahuites (Oaxaca).

"Lo peor fue cuando me enteré que en el tren iba una banda que se preparaba a asaltar a la gente, e iban sentados sobre el mismo vagón que yo. Me hice amigo de ellos, todo el trayecto les ofrecí cigarrillos y agua, y para que no les quedara duda de que era periodista, les hice muchas fotografías.

Desde Chahuites el tren seguía a Ixtepec, y fue asaltado esa noche. Cuando supe, fui a denunciar a un retén de la policía federal. El asunto se tornó violento porque los migrantes que logré entrevistar después del asalto me dijeron que en el robo había participado una camioneta blanca sin patente y otra de la policía federal.

En un momento de rabia les dije a los federales que sabía que habían sido ellos; el jefe intentó desenfundar su revólver, y sus hombres lo detuvieron. Seguí mi camino por carretera de noche de vuelta a Arriaga, y una camioneta blanca, sin patente, nos siguió hasta el pueblo. Nos detuvimos en una intersección, uno de los vidrios oscuros de la camioneta bajó un poco, y salió una mano, solo una mano, haciéndonos el gesto de despedida.

Comí en un restaurante de Arriaga, y mientras lo hacía, por fuera pasaba la camioneta blanca. Volví a mi hotel, dormí un par de horas, y seguí camino inmediatamente de vuelta a Tapachula.

Mientras exista la pobreza en América Central, la violencia, el constante paso de droga de Colombia hacia México, y los carteles mexicanos manejen la distribución y acopio en Centroamérica, va a seguir existiendo miseria y violencia en países como Honduras o Guatemala. Todo eso, más la corrupción de policías, fuerzas gubernamentales, políticos y el...

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