Un viaje por las copas del mundo - 19 de Julio de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 846549543

Un viaje por las copas del mundo

Puede que el estadounidense Jack Maxwell (57) haya tenido el mejor trabajo del mundo. Sus días pasaban ya sea levantando un vaso de sake junto a seis luchadores de sumo en la japonesa Osaka, o mirando fijo a los ojos antes de brindar con un negroni en Sicilia (según la superstición, para evitar que le cayeran encima siete años de mal sexo), o lo que fuese necesario hacer con tal de conocer las tradiciones que acompañan los diferentes tragos que probaba en cada país.Así fue la búsqueda que, a partir del año 2014, rigió los pasos de Maxwell como conductor de Booze Traveler , algo así como "El bebedor viajero", de Travel Channel. Una serie que explora las creencias locales que tiene la gente de diferentes destinos del mundo, a través de la manera en que se toman cervezas, vinos, espumantes, destilados y cocteles en países diversos como Rusia, Guatemala, Turquía, Tanzania, India o en la Polinesia Francesa (por estos días, el programa se puede ver en YouTube y Dailymotion, o en Amazon en su versión estadounidense).En total son cuatro temporadas, con aproximadamente 16 capítulos, cada uno de los cuales retrata las experiencias de Jack Maxwell en un destino diferente, donde no solo prueba bebidas locales -y comidas-, sino que realmente se sumerge en lo local, siempre apoyado por un equipo en terreno de 10 personas: su "tripulación". "El público que ve Booze Traveler entiende que, aunque el programa trata sobre tragos, su foco esencial no es beber. Es mucho más. Es una celebración a las personas y a las culturas del mundo a través de un trago o un cocktail ", dice Maxwell al otro lado del teléfono, desde su casa en Phoenix, Arizona, sobre este trabajo que grabó su última temporada hace dos años, pero que aún sigue incluyéndose en las listas de medios especializados sobre los mejores programas de viajes que se pueden ver hoy.Ese método de inmersión, al menos en Chile, lo llevó a probar gin en la Patagonia; cola de mono, chicha de manzana y murtado (licor de murta) en la región de Los Lagos, una copa de carmenere en el legendario Cinzano de Valparaíso, para terminar en las playas del litoral central con una perla de los Andes, un trago de chirimoya y vino blanco. Un despliegue parecido al que realizó en los 60 países que visitó de esta forma, y que permitieron a Maxwell probar cientos de los mejores -o más peculiares- licores y bebidas. No dice en cuál de esas categorías pondría, por ejemplo, el batido de rana despellejada con miel, frutas y maca...

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