El verdadero partido de Mariana Sandoval - 1 de Julio de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 517321894
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El verdadero partido de Mariana Sandoval

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Vincent

-Dije !es verdad¡ !El Charly hizo un gol en el mundial¡ !Es verdad, es verdad¡ -recuerda sentada en una sala del gimnasio El Volcán 2, donde trabaja desde hace diez años. Desde ese día, su teléfono no deja de sonar: la llaman cercanos y periodistas.

-Por un lado es bonito, pero por otro es estresante -comenta. -He llegado a decirle a la gente que trabaja conmigo aquí que me nieguen. Porque igual yo quiero estar tranquila y además que al Charly no le gusta figurar. En cambio a mí sí me gusta gritar a los cuatro vientos '!Lo logré¡ Tengo un hijo profesional'.

Este martes, una semana después del partido, Mariana, de 50 años, está sentada en su improvisada oficina: el camarín Nº 1, donde, sobre una mesa de madera, tiene apoyado un pequeño telar y su agenda rosada donde apunta a diario todas sus tareas. Aquí trabaja de lunes a viernes como encargada del gimnasio municipal, coordinando talleres de baby fútbol, básquetbol, de bordado, clases de hip hop y de zumba. Los fines de semana los dedica a dirigir partidos en el Centro Deportivo Amador Donoso, sede del Club Nueva Esperanza. Llegó allí cuando su hijo mayor, Gilberto, tenía diez años. Al ver la dedicación que mostraba cuando lo llevaba a competir, los directores del complejo le ofrecieron sumarse al proyecto. Partió doblando camisetas. Tiempo después, se convirtió en directora técnica. En un comienzo fue duro, confiesa. Si le iba mal recibía insultos y quedaba destrozada. Sus hijos más de una vez le pidieron que dejara de entrenar en terreno de hombres, porque eso no era para ella.

Mariana no cedió. Hoy le dicen "la Sampaoli de Puente Alto".

Los sábados los destina a la Liga Cachorros, donde compiten 45 niños de entre 5 y 10 años. Los domingos es el turno de otros 45 chicos, de entre 11 y 17 años. Todos, dice, sueñan con ser futbolistas profesionales como su hijo Charles.

Frente a la banca donde está sentada, justo al costado de las duchas, hay una pequeña mesa plegable, y sobre ella una tele de 14 pulgadas. Está por comenzar el partido entre Colombia y Japón, pero Mariana no podrá verlo porque durante la hora y media que dure el partido recibirá al presidente de la feria libre del barrio, a su jefe -que llegará a felicitarla por los logros de su hijo-, a dos maestros y luego a la productora encargada de montar todo el aparataje para las actividades que, durante las vacaciones de invierno, se realizarán en el gimnasio para entretener a los niños del sector.

Llegarán mil niños por día.

Una...

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