Las verdaderas cifras de la educación - 13 de Abril de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 431313322

Las verdaderas cifras de la educación

Así, en la vorágine de marchas y propuestas, muchos parecen olvidar que, en la región, Chile es un ejemplo en materias educacionales. Los progresos en las últimas décadas han sido notables, particularmente en cobertura. Por ejemplo, mientras en 1990 solo el 38% de los niños entre 4 y 5 años recibía educación preescolar, esta cifra hoy supera el 83%. En materia de educación secundaria, mientras en 1990 solamente 75,51% de los jóvenes entre los 14 y 17 en hogares pertenecientes al primer quintil (de menores ingresos) asistía a un establecimiento educacional, en 2011 la cifra alcanzó a 92,39%. Y en educación superior, mientras la cobertura bruta era de 15,6% en 1990, ella se triplicó en dos décadas, alcanzado 45,8% en 2011. Los esfuerzos en materia de ayudas estudiantiles explican este notable avance en cobertura de educación superior: mientras menos del 30% de los estudiantes de ella recibían algún tipo de ayuda financiera en 1990, este porcentaje supera hoy largamente el 50%, llegando incluso al 68% en el caso de los estudiantes provenientes de hogares del 20% más pobre.

Y son justamente esos avances en cobertura los que han dado paso a una discusión más compleja: la necesidad de asegurar calidad. Esto, porque mayor cobertura no es sinónimo de mejor calidad. Chile ha alcanzado un nivel de desarrollo en el que los problemas de calidad son evidentes y requieren ser atendidos. ¿Qué mejor ejemplo de esto que los daños a la propiedad pública y la violencia que caracterizan a todas las marchas estudiantiles?

Gratuidad: progresiva hoy, regresiva mañana

Todo indica que la discusión respecto del mejor modelo educativo -el que asegure la calidad- será relegada a un segundo plano, pues la gratuidad aparece como principal demanda estudiantil, particularmente en la educación superior.

Sin embargo, desde un punto de vista técnico, no es fácil justificar esta medida. Algunos la han cuestionado planteando que la gratuidad es regresiva, pues en la práctica significaría un subsidio dirigido a jóvenes de mayores ingresos, que tienen mayor probabilidad de matricularse en la educación superior. Los promotores de la idea han respondido que no existe tal regresividad, pues si bien los estudiantes de hogares ricos recibirían el beneficio en mayor proporción, los hogares pobres gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en educación, y así, entonces, la gratuidad sería una medida progresiva. Pero este argumento es incompleto, pues no considera las diferencias en los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR