La verdadera historia del 'agente topo'
Esta entrevista iba a ser en persona , pero Sergio Chamy Rodríguez tiene 87 años y es parte de la población de riesgo por la pandemia. Entonces, para no exponerlo, esta entrevista se coordinó para que sea por Zoom, pero Chamy es de la generación que más le ha costado adaptarse a la tecnología. Hasta hace poco tenía un celular tipo "almeja", solo para hacer llamadas telefónicas. Si no se le hubiera caído a la taza del baño, dice, todavía lo seguiría usando. Ahora tiene un smartphone y ya domina WhatsApp e incluso usa los mensajes de voz, pero Zoom es mucho para él, dice, y "a estas alturas de mi vida qué saco con saber de eso", alza la voz. Así que, dadas las circunstancias, se decidió que esta entrevista fuera por teléfono, de manera que Sergio Chamy no corra riesgo alguno de salud ni se enrede con la tecnología, pero esta vez el mismo Chamy dice que no, que "por qué tiene que ser así, tampoco estoy enfermo, no tengo problemas en recibir al periodista aquí", por lo que volvimos al plan original y un lunes soleado, poco después del mediodía, Chamy aparece en la sala de reuniones de su edificio, en Ñuñoa. Viste de chaqueta y corbata, aunque advierte de entrada que odia la corbata y que solo se la puso para esta ocasión: su primera entrevista para la prensa. Saluda con el codo, según dicta el protocolo oficial, y aunque se nota que le molesta la mascarilla y se le empañan los lentes mientras habla, Chamy es riguroso en su uso y no se la saca ni siquiera cuando a ratos se sofoca y a ratos tose.-Pregunte, nomás -dice luego de acomodarse en la cabecera de la mesa.Hoy, Sergio Chamy es una persona conocida, tal vez famosa y quizá a un paso de ser una inesperada estrella de cine por su papel protagónico en El agente topo , la película de Maite Alberdi que se estrenará en Chile el 19 de noviembre en la sala virtual de Cinemark y Cinépolis. Premiada en el Festival de Cine de San Sebastián y escogida para representar al país en los premios Goya, en la cinta Chamy se interpreta a sí mismo como un adulto mayor contratado para infiltrarse en un hogar de ancianos y buscar evidencia de presuntos maltratos contra una de las residentes.Si en este momento caminara por la calle, de seguro sería reconocido, pero hasta hace unos meses sus días transcurrían sin grandes sobresaltos para un hombre de su edad, que tuvo una vida dedicada mayormente al comercio y que enviudó en 2018 de Elena López, con quien estuvo casado durante cerca de 60 años. Chamy tiene tres hijos, cinco nietos y una bisnieta, a quien aún no conoce debido a la cuarentena. "La he visto por la pantallita nada más", dice refiriéndose al celular.Acostumbrado a trabajar toda su vida, a Chamy le costó asumir su jubilación y por un tiempo se dedicó a buscar ofertas de trabajo en el diario para postular.-Dije, qué diablos, ya no puedo seguir de vagoneta, qué voy a hacer, porque ando puro bartoleando. No necesitaba un empleo, pero tenía que despejarme la cabeza, y empecé a tirar curriculums. No sabe la cantidad de plata que gasté en las hojas de carta, en las fotos tamaño carné y en bencina para que me dijeran: "Venga el viernes y le contestamos". Ya, iba el viernes y ahí gastaba de nuevo en bencina para que me respondieran que no. Solo miraban la edad. Yo entendía. Tenía más de 80. No puedo negar la verdad. Estuve meses así, de arriba para abajo, hasta que dije, no, se acabó. Pero qué hacer, qué futuro tengo. !Ninguno¡ Esperar a morirme, nomás.Fue entonces que en El Mercurio vio el aviso: "Se necesita adulto mayor hombre. Jubilado entre 80 a 90 años. Autovalente, de buena salud, discreto y con manejo en tecnología. Para...
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