La verdad tiene su hora - 29 de Noviembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 697921709

La verdad tiene su hora

Los resultados de la primera vuelta se presentaron como un cataclismo inesperado, un desmentido a todos los análisis: la mayoría, se dijo, estaba por las transformaciones, por torcer el tipo de modernización que Chile traía ¿de qué otra forma podría explicarse que el Frente Amplio y la Fuerza de la Mayoría, sumados, superaran a Piñera? ¿Acaso esto no mostraba que el ímpetu transformador se había expandido a casi la mitad del electorado?

Ese planteamiento reposaba, sin embargo, sobre un supuesto que los días se están encargando, poco a poco, de diluir.

Y es que como dijo Frei (Montalva), la verdad tiene su hora.

El supuesto de ese planteamiento era que entre el Frente Amplio y la Fuerza de la Mayoría existiría una convergencia tácita, el rechazo a la modernización capitalista y su voluntad de transformarla.

Pero ocurre que apenas ayer los propios dirigentes del Frente Amplio se han encargado de desmentir con inmejorable claridad ese supuesto. Luego que el diputado Gabriel Boric abogara por el término del discurso de la transición -esas tibias ambigüedades- el alcalde Jorge Sharp cerró el análisis conversando con Tomás Mosciatti en CNN: "No sabemos qué es lo que quiere hacer el candidato Guillier con el país (...) Finalmente, la oposición del Frente Amplio es al modelo, el sistema neoliberal, no solo la lista de cambios programáticos (...) Guillier es el discurso del laguismo".

De acuerdo a estas declaraciones -que constatan la distancia que media entre el Frente Amplio y Guillier- desaparece de una plumada el análisis que se hacía de la primera vuelta. El cataclismo que muchos se apresuraron a detectar, el rechazo de la mitad del electorado a la modernización, al modelo neoliberal, no era tal. Los malls llenos de gente y la pasión por el consumo no eran un simple disfraz del espíritu revolucionario y transformador que animaba al electorado.

Porque resulta que ahora se sabe, como con lucidez afirman el diputado Boric y el alcalde Sharp, que no es la mitad del electorado el que está por las transformaciones, sino que solo un 20%, el 20% del Frente Amplio.

El 20% o poco más que adhirió a Guillier, según revelan el diputado Boric y el alcalde Sharp, se habría plegado al discurso de la transición, al discurso del laguismo, a esa vaporosa fraseología con que se disfraza el modelo neoliberal, a esa simple "lista de cambios programáticos", sin horizonte estratégico alguno, salvo el horizonte de eternizar, naturalizando, lo que hoy existe.

La...

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