Varios viajes en uno a San Martín de los Andes - 7 de Mayo de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 930564409

Varios viajes en uno a San Martín de los Andes

T odo viaje tiene un antecedente literario, nos recuerdan estos lares. Comenzamos a recorrerlos esta mañana por una carretera que se interna hacia las cumbres por bosques cada vez más tupidos y vírgenes. Salimos de Villarrica y nos dirigimos a San Martín de los Andes por el paso cordillerano Mamuil Malal, que conduce a la provincia argentina de Neuquén.No fue por este paso, sino uno más austral y clandestino, conocido como Los Contrabandistas, por donde cruzó Pablo Neruda durante esa mítica cabalgata que emprendió en 1949, con unos arrieros. Iba rumbo al exilio, perseguido por el gobierno de Gabriel González Videla."La montaña andina tiene pasos desconocidos, utilizados antiguamente por contrabandistas, tan hostiles y difíciles que los guardias rurales no se preocupan ya de custodiarlos. Ríos y precipicios se encargan de atajar al caminante", escribió el poeta en sus memorias.No dejamos de pensar en él cuando vemos las encarpadas alturas y la impenetrable muralla de coigües, raulíes y mañíos que, a medida que ascendemos, se va llenando de lengas, ñires, cipreses y del emblema de esta región: las araucarias, o pewén. La carretera actual se trazó respetando cada ejemplar, incluso si alguno brota en mitad del camino.Hemos ingresado por Curarrehue al Parque Nacional Villarrica y pronto comenzamos a bordear el imponente volcán Lanín, el más alto de La Araucanía, en torno al cual hicimos una larga caminata el invierno pasado para admirar los pewén nevados. Mas, desde el auto todo sucede muy rápido. El paso fronterizo y la aduana son expeditos, y en breve cruzamos al lado argentino. Tras unos kilómetros de ripio, donde uno aún sigue inmerso en la dulzura de las araucarias, estas se acaban bruscamente. Sobreviven algunos grupos de pewén solitarios en medio de vastísimas plantaciones de especies para la industria forestal, y luego todo es engullido por una pampa de tipo altiplánico. Duele. Lo que aquí se cometió fue un genocidio vegetal. Neruda escribió: "Supe, porque sangraba, / que me habían cortado las raíces". Nada hace más sentido al recorrer este paisaje, donde la silueta fantasmal del bosque desaparecido se suma a la del poeta perseguido.Paz patagónicaLlegué de bastante mal humor a San Martín, recordando que a Neruda aquí no lo quisieron recibir en el hotel por lo barbón y maltrecho tras la titánica expedición. Pero un comandante local intervino gritando que "a los chilenos no se les echa de ninguna parte".La verdad es que siguen tratando muy...

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