La universalidad de Timoteo Mendieta - La jurisdicción universal en el juicio al franquismo - Libros y Revistas - VLEX 1026899267

La universalidad de Timoteo Mendieta

AutorAna Messuti
Páginas95-96
95
LAPR ESENCIADE LA MUJER EN LA CAUSA ARGENTINA POR LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO
LA UNIVERSALIDAD DE TIMOTEO MENDIETA
ANA MESSUTI
De Timoteo Mendieta, nos han quedado los huesos, que permitieron armar
su esqueleto destruido. Los huesos de Timoteo, lo único que los bisnietos,
nietos y la hija pudieron recuperar de él, huesos callados, silenciosos, pero tan
elocuentes que permitieron identificarlo, es decir, nombrarlo. Volver a reunir
un cuerpo, o lo que queda de un cuerpo, y su nombre... Con todo lo que se cifra
en un nombre.
No hay nada tan material, tan físico, en un ser humano como los huesos.
No hay nada tan abstracto, tan etéreo, en el derecho, como la justicia; incluso
hablamos de la idea de justicia.
Una gran desproporción: por una parte, un ser humano, despojado de
todo, y por la otra, la justicia, pero no cualquier justicia, sino nada menos que
la justicia universal. Un hombre, que ni siquiera tiene lo mínimo que puede
tener, la vida, y la justicia, con todo lo que resuena en el vocablo, pero que
además pretende ser para el universo entero.
Para es tablecer esa co nexión entre Tim oteo Mendieta y l a j usticia
univ ersal, m uchos han i nterve nido: su f amilia, la Asocia ción par a la
recuperación de la memoria histórica, una jueza argentina, varios jueces de
Guadalajara, una fiscal... Pero encabez ando todas estas personas, Ascensión
Mendieta, su entrañable hija.
Lo universal, la universalidad de la justicia parece refer irse, a primera
vista, a lo espacial, a lo geográfico, a que ha sido una jueza argentina, es decir,
de otro país, quien ordenó la exhumación de Timoteo. Pero también, en estos
casos en que la justicia se universaliza, no es posible medir el tiempo sin
ahogarse en la angustia de las cantidades. El tiempo universalizado es un
tiempo que rehúye las medidas convencionales, que no sigue pautas externas
y ajenas al tiempo vivido. Es un tiempo que va para atrás y para adela nte,
según nuestras vivencias.
Por ejemplo, Ascensión Mendieta, la hija de Timoteo, ante los huesos que
supuestamente eran de su padre, con profundo dolor decía: «Pobre padre mío,
se ha pasado casi toda la vida ba jo tierra». Palabras que sorprenden pero que
expresan la sabiduría de Ascensión. Porque ese tiempo que su padre ha pasado

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