La Unión Soviética y los iPads - 11 de Diciembre de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 878903823

La Unión Soviética y los iPads

Hace 30 años, el 26 de diciembre de 1991, se arriaba por última vez la bandera de la Unión Soviética (URSS) en el Kremlin. Así, se ponía fin a un Estado que venía colapsando desde hacía meses. Ya había caído el Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989, y durante 1991 Estonia, Letonia y Lituania habían declarado su independencia, en tanto el 1 de diciembre del mismo año un referendo había ratificado la independencia de Ucrania.Tres décadas atrás, nadie imaginaba la desaparición de la Unión Soviética, no soñábamos con un iPad o con un iPhone, y no existían las impresoras de tecnología 3D para adaptar los productos a las demandas de los consumidores. Y no surgía aún el desafío de la inteligencia artificial.Transitamos de la Guerra Fría a la era digital en escasas décadas, en una aceleración del futuro a una velocidad sorprendente. La transformación digital, el desarrollo de Wireless y Cloud han permitido que toda una generación esté acostumbrada a sus iPads y no haya coincidido con la existencia de la URSS.Los gobiernos y los poderes centrales perdieron poder frente a nuevos actores como los Silicon Valleys. La innovación se tornó la clave del futuro.Los avances tecnológicos transformaron la economía global. El éxito ya no pasó a depender de la mano de obra barata, de la mera posesión de materias primas, o incluso del capital físico, sino de la capacidad de innovar y crear nuevos productos, servicios y modelos de negocios. Las buenas ideas y el conocimiento se tornaron bienes escasos y valiosos.Parecía, en ese entonces, que la posguerra fría nos acercaría a la paz y la cooperación internacional. Francis Fukuyama publicó en 1992 su famoso libro "El Fin de la Historia y el Último Hombre", donde argumentaba que los cambios acaecidos con la desaparición de la URSS significaban el predominio del liberalismo político y económico en el ámbito de las ideas, y auguraba el triunfo de la democracia liberal.Sin embargo, China encontró el camino para generar un notable crecimiento económico sin pasar por la democracia, y Rusia se transformó en un Estado demasiado alejado de la democracia liberal. Paralelamente, surgieron nuevas amenazas como el terrorismo, el cambio climático, las pandemias, el ciberterrorismo y las crisis humanitarias, y se fue incubando un malestar con los frutos asimétricos de la globalización.Claro, el progreso histórico no es lineal. Según el filósofo italiano Gianbatista Vico, hay "corsi e ricorsi"; se producen avances y retrocesos...

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