Unifica las tallas de las prendas de vestir.
| Fecha | 20 Enero 2009 |
| Fecha de registro | 20 Enero 2009 |
| Número de Iniciativa | 6378-03 |
| Etapa | Archivado |
| Autor de la iniciativa | Naranjo Ortiz, Jaime, Ominami Pascual, Carlos |
| Materia | NORMALIZACION, PRENDAS DE VESTIR |
| Cámara Legislativa de Origen | Moción,Senado |
| Tipo de proyecto | Proyecto de ley |
Proyecto de Ley que unifica las tallas de las prendas de vestir.
Considerando:
Cada vez que una persona concurre a una tienda para adquirir una prenda de vestir o a cambiarla, comprueba que si bien es cierto que se indica una talla determinada, no siempre estas tienen las mismas medidas. Esta disparidad provoca que una misma persona pueda supuestamente tener distintas tallas dependiendo de la marca o tienda en que adquiera la prenda de vestir, sin que su cuerpo haya sufrido alguna modificación que lo justifique o fundamente.
Esto se debe a que en nuestro país sólo existe un Decreto Supremo del Ministerio de Economía dictado en 1984 que rige la materia, y que sólo reglamenta la rotulación de las prendas de vestir respecto del cuidado de la prenda y del lugar especifico donde debe ir la etiqueta, quedando todo lo relacionado al tamaño de la misma al arbitrio de los fabricantes o importadores.
Por tal motivo, es necesario dictar una Ley que ordene homologar las tallas de las distintas marcas de ropas, haciendo que todas las prendas de vestir tengan la misma nomenclatura en sus etiquetas, para que los consumidores no se vean expuestos a molestias e incluso a graves problemas psicológicos.
En efecto, respecto de las molestias y confusiones, estas aumentan en época de navidad y al inicio del año escolar, cuando los padres concurren a comprar los uniformes para sus hijos. En este último caso, numerosos padres pensarán que su hijo o hija “creció o se achico”. Pero esto, muchas veces no es así, y lo que realmente sucede es que las distintas marcas no coinciden en sus tallas.
Esta situación ya ha sido abordada en el campo internacional, dictándose leyes especiales donde se obliga a los importadores y fabricantes de prendas de vestir a tener una talla homogénea, de tal forma que si una persona es talla 40 o 50, sea cual sea la marca en que compre la talla, sea siempre la misma, evitando encontrarse con la desagradable sorpresa de que por la falta de uniformidad, compre un determinado producto de la talla que siempre utiliza pero en otra marca y ésta le quede grande o chica.
Uno de los factores que explica esta disparidad tiene su origen en que se ha comprobado que muchas veces existe manipulación en las tallas por parte de determinadas marcas o casas comerciales, con el fin de producir efectos sobre el comprador, como por ejemplo, el denominado en Inglaterra “tallaje de vanidad” que buscaba hacer creer a las personas que eran de una talla menor a la que realmente les correspondía, para así, aumentar las ventas en sus productos.
Esta situación no es un hecho menor, ya que puede tener graves efectos psicológicos, principalmente en los adolescentes. Es así como para ese rango etario, cuando una prenda queda bien en una tienda, y en otra la misma talla le queda chica, puede generar angustia y ansiedad, sobretodo cuando nos encontramos ante jóvenes sensibles o con una autoestima baja, como lo han demostrado diversos estudios psiquiátricos que así lo señalan.
Es por esto que en países como México y Argentina, la Ley de Tallas además de proteger a los consumidores, pretende ser un instrumento para combatir la bulimia y la anorexia, buscando además establecer tallas mínimas de prendas. En el caso de México, la iniciativa apunta a erradicar del mercado la talla 0 y a realizar una campaña social de concientización en la que intervenga la sociedad en su conjunto. Por su parte, en Argentina se cambiaron las tradicionales letras S, M, L, X, XL por cifras que deben llegar hasta la talla 54, obligándose a las tiendas a comercializarlas todas y tenerlas en stock.
Por las razones anteriormente expuestas,...
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