Unidades de igualdad, cursos y exposiciones: la fórmula española ante demandas feministas
En cada arco de la Plaza Mayor de Salamanca hay medallones con importantes personajes españoles. Escritores y reyes están representados, pero una veintena de espacios están vacíos. El 8 de marzo, la principal universidad de esa ciudad completó los discos con imágenes de mujeres que, a su juicio, no habían sido reconocidas.
Inmaculada Sánchez, directora de la unidad de igualdad de la U. de Salamanca -impulsora de la idea- cuenta que entre las homenajeadas estuvo Luisa Medrano, la primera catedrática de la institución, quien en el siglo XVI ya hacía clases.
"Intentamos que se visibilice la importancia de la igualdad. No es solo que hagamos congresos (para discutir del tema) entre científicos. Intentamos que esto se abra hacia la sociedad", explica.
El departamento de la U. de Salamanca también existe en todos los otros planteles españoles, luego que una ley los creara en 2008. Una realidad muy distinta a la de Chile: no todos cuentan con esta unidad, ni menos con los protocolos para prevenir situaciones de acoso. Y he ahí una razón para que las jóvenes lleven un mes movilizadas.
Las chilenas partieron demandando reglamentos para abordar situaciones de hostigamiento, luego una educación "no sexista", y ahora exigen una "agenda de género", que establezca la igualdad de manera institucional. Las protestas han escalado a tal punto que el viernes se contabilizaban 22 planteles con alguno de sus campus tomados, entre ellos la Casa Central de la UC, que fue ocupada tras 32 años.
En Salamanca, Sánchez cuenta que su misión es velar para que en la universidad -fundada hace 800 años- haya igualdad entre hombres y mujeres. Y para eso se revisa, por ejemplo, el número de profesoras contratadas por cada escalafón de la carrera. "Hay una paridad bastante grande", advierte, sobre todo en las primeras etapas. Pero, "según se va subiendo (hacia ser docente titular), crece la desigualdad. Las mujeres no llegan a representar el 25% de las cátedras".
Aunque las cifras son bajas para la española, son mejores que las nacionales. El rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, comenta que en su casa de estudios un 40% de los profesores asistentes -cuando recién se comienza- son mujeres. Pero en la titularidad, son un 16%. "Es muy objetivo que la mujer tiene una discriminación", sentencia.
Las medidas
Para subsanar la disparidad, la unidad salamantina propone políticas como la conciliación: que los permisos relacionados a la maternidad sean compartidos, e incluso se...
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