El último sueño de monseñor Alejandro Goic
- ¿Usted le había escrito una carta como esta a algún Presidente de Chile recién electo?-No.- ¿Y por qué lo hizo?Alejandro Goic Karmelic, 81 años, exobispo de la diócesis de Rancagua, con casi 60 años de sacerdocio, hoy retirado de la vida eclesiástica activa, sentado en medio del patio del Monasterio de las Adoratrices del Santísimo Sacramento, donde vive desde hace tres años, toma aire, sonríe y dice:-Por un sueño.- ¿?-Carlos Grau, que fue un amigo muy querido mío, murió entre la primera y segunda vuelta, de una manera muy trágica. Él era un hombre profundamente católico y me había sugerido que escribiéramos, junto a otros amigos que eran de la Comisión Justicia y Paz, un documento que se llamaba Por amor a Chile y que fuera firmado por empresarios, políticos, dirigentes sindicales, pero murió unos días antes de que empezaran a conversar con estos líderes y entonces esta carta se publicó con los cuatro nombres, pero sin firmas. Él siempre me decía que le preocupaba Chile. Una noche soñé con él y ahí me dijo "haz algo más". Y ahí, en medio del desvelo, se me ocurrió escribirle la carta a Gabriel Boric, quien ya había sido electo.Al otro día se levantó, tomó desayuno y se puso a escribir, a mano -"el computador me bloquea el pensamiento, me brota mucho más con la mano. Soy de otra época", dice-, una carta en la que lo felicitaba por su triunfo y le deseaba éxito en sus nuevas labores. "Ha sido un triunfo espectacular, no solo por la enorme cantidad de votantes que han dado su confianza, sino por las esperanzas que has despertado en el pueblo chileno (...). Tengo entendido que no tienes el don de la fe, pero cuando a un hombre honesto lo mueve -en este caso en la acción política- el sueño de una sociedad mejor para todos, se realiza aquello que dijo Jesús".-Se la mandé un lunes en la tarde y a la mañana del día siguiente, él me llamó para agradecerme la carta. Yo no lo conocía.-¿Y qué le pareció al hablar con él?-Creo que es un hombre profundamente honesto y confío que va a hacer un gobierno como dijo, para los que votaron por él, los que no votaron por él y los que no fueron a votar, que son 45 por ciento de los chilenos. Y que los cambios son necesarios y es necesaria una mayor justicia social, pero, también lo dijo, esto tendrá que ser paulatino, paso a paso. Lo que uno anhela, porque estamos en un momento de mucha complejidad, es que tenga esa capacidad. Es un líder nuevo, joven, pero yo tengo esperanza como cristiano de que va a ser capaz de unir al país.En su carta monseñor Alejandro Goic le contó que había conocido a sus tíos abuelos y que había tenido mucha relación con su familia. De hecho, su tío Vladimiro Boric fue el primer obispo de Punta Arenas y quien estaba en el cargo cuando él inició su vida sacerdotal.- Gabriel Boric viene de una familia muy católica. ¿Cree que eso hará una diferencia con él?-Pero no tiene el don de la fe.-Pero, según su carta, eso a usted no le importa.-A mí me gustaría que todo el mundo creyera lo que yo creo, pero respeto la identidad de cada persona, la fe no es algo que se puede imponer. Su madre pertenece al movimiento Schoenstatt, el papá era un joven cristiano, entonces creo que los valores fundamentales del Evangelio los tiene igual. Y eso es lo que yo le digo en la carta, cuando cito el Evangelio le digo que Dios bendice al que trabaja por la paz, por la justicia, por la dignidad humana. Yo tengo la impresión, por lo que le he escuchado, sobre todo en la segunda vuelta y en su discurso cuando ganó la elección, que tiene muchos de esos valores, así es que yo, como cristiano, estoy rezando por él.- Y de lo que usted conoció de esa familia, ¿Gabriel Boric heredó algo de ellos?-Sí. Varios hermanos, entre ellos el obispo, eran, a su modo, luchadores sociales. Había allá en mi época en Punta Arenas un grupo de jóvenes que realizaban obras de teatro, y promovían en sus...
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