El último refugio de los huemules
Aunque estaban en la búsqueda de un fantasma, nadie perdía las esperanzas. Llevaban dos días caminando por la montaña, después de haber atravesado durante horas un hermoso valle cubierto de coigües, canelos, arrayanes, cuando, finalmente, Vincent Haller y su equipo alcanzaron el gran objetivo. Cerca de un filo rocoso del valle de Santa Gertrudis, un remoto punto en la cordillera de la Región de Ñuble, accesible desde San Fabián de Alico, el grupo encontró las cuatro cámaras trampa que casi un año antes habían dejado científicos de la ONG Dosel, liderados por el biólogo Manuel Valdés -que ahora también los acompañaba en esta expedición-, y pudieron confirmar la presencia del huemul, el ciervo más amenazado de Sudamérica."Cuando revisamos las cámaras vimos tres huemules, un macho juvenil y dos hembras, y eso fue increíble. Era una prueba de que seguían presentes en la zona". Al otro lado de la pantalla, desde su casa en Santiago, Vincent Haller -ingeniero civil ambiental, esquiador y documentalista- recuerda lo que vivió hace poco más de un año en la cordillera de la Región de Ñuble y que cuenta en su flamante película El último escondite del huemul , que al cierre de esta edición se reestrenaba ayer sábado a través del sitio del proyecto Ecofreeski.com .Es la historia de un grupo de esquiadores -el propio Haller junto a Jens Meier, Martín Oliger y Cristóbal "Chopo" Díaz- que explora estas montañas en invierno, y luego va en búsqueda de la última población de esta emblemática especie que sobrevive en un lugar improbable: la zona central de Chile. Es decir, no en la Patagonia, no en Cerro Castillo ni en Torres del Paine -donde observarlos es bastante más fácil-, sino cerca de las grandes ciudades del país. En este caso, Chillán y los pueblos de Las Trancas, San Fabián de Alico y Coihueco."Era primera vez que se ponían cámaras en este valle (de Santa Gertrudis), y que hayan aparecido huemules fue una súper buena noticia", dice Haller sobre los hallazgos que se muestran en su película. "Sin embargo, no se sabe cuántos quedan realmente. Solo hay estimaciones. La única certeza es que son muy pocos, y que cualquier intervención de su hábitat o enfermedad los puede llevar a la extinción".El redescubrimientoLos huemules en Chile se distribuían originalmente desde el río Cachapoal por el norte hasta Magallanes, pero tras décadas de cacería y degradación de su hábitat estuvieron a punto de extinguirse. Recién en 2006 esta especie fue declarada Monumento Natural y, con ello, su caza quedó prohibida. Hoy se estima que en total no quedan más de 1.500 individuos, repartidos en su mayoría en zonas boscosas y montañosas de las regiones de Aysén y Magallanes, y en zonas aledañas de Argentina.Por eso, la pequeña...
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