El último deseo de Magdalena - 9 de Agosto de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 646643761

El último deseo de Magdalena

Magdalena Calvert falleció el 28 de mayo de 2013 y tres años después sus padres cumplieron con él. Un libro póstumo, recién lanzado, que ella tituló "En Dios con los ojos de Jesús y de la mano de María, siempre con alegría". Un retrato personal, además de íntimo, de su aceptación de la enfermedad.

Su guía espiritual se lo propuso. Dejar registro. Contar, en primera persona, cómo ella, anclada en su fe, había podido vivir poco más de dos décadas con fibrosis quística. Una enfermedad que había dañado progresivamente sus pulmones y sistema digestivo y que se había instalado en su vida cuando ella era una niña. Muchos de esos textos corresponden a varios cuadernos que un grupo de amigos voluntarios, todos muy cercanos, digitalizó. Padres y amigos se reunieron a hacerlo semanalmente los dos últimos años, reviviéndola en sus palabras. Así, el libro da vida a la historia de Magdalena Calvert contada por ella misma.

-Pensamos que es un libro que puede servirle a mucha gente. Muchas personas que tienen una enfermedad crónica se echan a morir. Y aquí -dice Richard Calvert apuntando el libro- hay un mensaje. Se puede vivir la vida bien. Todos nos vamos a morir un día. Entonces está en que tú decidas estar lo mejor posible mientras vivas. Siempre he dicho: gracias a Dios nosotros tenemos fe. Sino, sería muy distinto.

Magdalena Calvert hizo noticia en 2003 al ser la primera paciente pediátrica en ser bitrasplantada de pulmón. Una posibilidad que no alcanzó a tener su hermana mayor Pía Calvert, quien falleció, de lo mismo, a los 14 años, en 2000.

Cuando su hermana se murió, Magdalena Calvert tenía 11.

Claudia Campos dice:

-Queremos transmitir que hay momentos súper dolorosos, difíciles y complicados; pero uno si quiere, puede ser feliz. Si yo no tuviera la certeza de que me voy a volver a encontrar con ella, no estaría parada aquí. La Maida nos puso: 'Yo puedo, con certeza, decirles que nunca los voy a dejar solos, porque a mí la Pía nunca me dejó sola'.

Richard Calvert y Claudia Campos, que fueron padres jóvenes, se enteraron de la condición de sus hijas para el nacimiento de la segunda. Era, entonces, la primera vez que escuchaban de la enfermedad:

-Fue súper duro -recuerda Claudia-. Se nos vino el mundo abajo.

Pero la vida siguió. Y ellos decidieron hacerla lo más normal para sus dos hijas, trasladando la clínica a su casa.

Claudia Campos dice:

-Decidimos, aunque suene fácil, pero sin ser fácil, que ellas vivieran. Y vivieran lo mejor posible. No...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR