La última pérdida de Edgardo Marín - 8 de Agosto de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 847116089

La última pérdida de Edgardo Marín

En junio de este año, Edgardo Marín recibió un llamado de su hermano Carlos. El periodista de 77 años, premio nacional de Periodismo Deportivo y excomentarista de televisión, atendió la llamada desde su parcela en Curacaví, donde vive con su esposa y su hijo de 14 años. Llevaba algunos días sin saber de él.-Me dijo que estaba en el Hospital Padre Hurtado -recuerda Marín, al teléfono desde su casa-. Me contó que estaba ahí desde hacía cinco días, con problemas para respirar.Explica que la llamada de su hermano, de 73 años, fue para pedirle ayuda: había sido diagnosticado con covid-19 y sentía que la atención que recibía no era buena.-"Aquí nadie me da pelota", me dijo. Estaba asustado. Me preguntó si sabía cómo funcionaban las residencias sanitarias, o si conocía alguien que pudiera prestarle una mejor atención en el hospital.Edgardo Marín hace una pausa al teléfono. A medida que los recuerdos circulan por su cabeza, necesita de silencios para continuar con el relato. Sin embargo, desde la partida de su hermano, señala, no ha botado una lágrima. Lo atañe a la relación especial que tiene con la muerte. A lo largo de su vida, cuenta, ha enfrentado la pérdida de varios de sus seres queridos: su padre biológico, su hermano mayor, su padre putativo, dos de sus cinco hijos, su primera esposa -la periodista Patricia Verdugo-, su madre y ahora Carlos, su hermano.AzarLa vida de Edgardo Marín y su hermano Carlos tomó caminos disímiles a partir de 1947. En ese entonces, Marín tenía 4 años y vivía junto a su padre biológico y la tercera esposa de este, en una parcela en La Pintana. Ese año, el del nacimiento de Carlos, explica el periodista, su padre, exdueño de una fábrica de muebles en Santiago Centro, tomó la decisión de enviarlo a vivir con Mario Marín, su hijo de 24 años, que era gerente del club deportivo Universidad Católica.-Seguramente, mi padre estaba con algunas complicaciones de salud y económicas -dice el comentarista-, y por eso me llevó con mi hermano, que vivía con su esposa.Bajo el alero de su hermano mayor, y cumpliendo el rol del niño de la casa, fue poco lo que Marín supo de Carlos durante aquellos años. De vez en cuando, cuenta, se veían en alguna reunión familiar en la parcela de La Pintana, donde jugaban juntos en acequias o parras de uva. Cuando ya tenía 14 años, sufrió uno de sus primeros golpes: su padre biológico murió de una tromboflebitis.-Fue doloroso, sin duda -dice-. Estuve dos meses enfermo de todo lo que te imagines, en...

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