La última batalla de Valentina Correa - 20 de Mayo de 2023 - El Mercurio - Noticias - VLEX 931692324

La última batalla de Valentina Correa

Grabación Renato López y Luis Alarcón sobre Alejandro Correa, 7 de agosto de 2020:Renato: Oye, ese viejo c... que ha hueviado po' (...) Debe estarse retorciendo en la tumba ahora que está viendo las tomas. ¿Las verá?El día en que Alejandro Correa falleció, su hija Valentina, de entonces 31 años, llegó a la casa en la que vivía en Concón y lo primero que vio sobre el escritorio, al entrar a su oficina, fue un presupuesto para cercar un terreno de 13 hectáreas que su padre tenía a un costado del Troncal Sur, en la ciudad de Quilpué. Un nombre en esas hojas llamó su atención: "Luis Alarcón, soluciones para la construcción", decía en grande.El documento era reciente. Correa lo había recibido un par de días antes de que un sicario le disparara afuera de su casa. Tras su muerte, Valentina declaró que el único problema que su padre tenía estaba relacionado con personas que se querían tomar aquel predio. Una noche, les dijo a los detectives, él le había hablado de uno de ellos: Luis Alarcón, el mismo del presupuesto.-Me contó que era muy amable, muy educado, y que sabía que nosotros éramos los dueños de los terrenos. Él le había dicho a mi papá que su intención no era tomárselo, sino que quería lotear más abajo, donde, según él, había un terreno fiscal -recuerda Valentina.En ese primer encuentro, Alarcón se ofreció para cercar la propiedad con malla y quedó de enviarle una cotización. A los días hubo otra reunión, pero esta vez con topógrafos, para poner estacas en los límites. El 11 de mayo de 2020, Correa fue por tercera vez en el mes al lugar, pero las marcas ya no estaban. Hizo un video con su celular para guardar la evidencia. En el registro hay una imagen panorámica de cómo, por entonces, las casas comenzaban a levantarse en el horizonte, mientras él hablaba con un amigo sobre la necesidad de cercar pronto y pasar máquina para destruir los caminos: "Todavía puedo parar esta cuestión, no son tantos, pero van a ir llegando muy rápido", dice Correa en el video.Tres días después, el 14 de mayo, puso una denuncia en la fiscalía: "Terceros ingresaron a terrenos de mi propiedad, están marcando sitios y comenzando a construir. Ingresaron con una máquina retroexcavadora y comenzaron a hacer caminos interiores. El lunes hablé con uno de ellos, que dijo llamarse Luis Alarcón".Cuando el 18 de mayo le dispararon, fue inevitable para Valentina pensar en aquella persona. La policía, sin embargo, descartó rápidamente su participación. La detención del sicario colombiano Víctor Gutiérrez, dos días después del crimen, puso en la mira a otro sospechoso: Renato López, que había instalado una "escombrera" en los límites del terreno de Correa, ocupando una porción de este. Y aunque tanto Alarcón como López se conocían y tenían interés en aquella propiedad, López tenía algo más: antecedentes penales por tráfico de drogas y una acusación de parte de la familia de su exesposa, Rosa Huerta, que lo culpaba de la desaparición de su hija, ocurrida en diciembre del año 2009, sin que hasta hoy se tenga una explicación sobre qué pasó con ella.Durante varios meses, la PDI escuchó a López hablar por teléfono para juntar pruebas que lo posicionaran como autor intelectual de un crimen que, según se determinaría en la investigación, habría comenzado a gestarse...

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