Ucranianos están más nacionalistas frente a Rusia y luchan por reconstruir su identidad
Pero, a diferencia de lo que ocurrió cuando se desintegró la Unión Soviética, el Kremlin está usando sus fuerzas para tratar de evitarlo. Y por eso los "maidanistas" siguen en la misma zona de la revolución; en los mil metros cuadrados donde se concentraron los enfrentamientos con la policía de Yanukovich. Van vestidos al estilo militar para hacer notar que ellos se mantienen en combate, resistiendo al "castigo" de Moscú: la anexión ilegal de Crimea a Rusia y la insurgencia separatista que el Kremlin apoya en el este del país.
"Yo estuve en (las protestas de) Maidan y mi vida no cambió desde entonces. Pero no estoy desilusionada, porque estamos luchando como antes. Comprendemos que no todo puede ocurrir tan rápido. Estoy aquí por el amor a mi patria y a mi pueblo, para que no vengan los invasores de nuestro territorio", dijo a "El Mercurio" Tatiana, una joven voluntaria que se pasa el día recolectando fondos y ayuda humanitaria para los que se fueron al frente de combate. Ella prefiere no dar su nombre completo, porque teme ser identificada: "Quizás vaya al frente a dejar la ayuda".
Son más de 4.300 -combatientes y civiles- los que han muerto según la ONU por los choques con los rebeldes en el este y los que perdieron a sus parientes ahí dicen que nunca van a poder perdonar a los rusos y a su Presidente, Vladimir Putin.
El gobierno de Kiev calcula que al menos 7.500 combatientes enviados por Moscú han ingresado al territorio ucraniano, la mayoría de ellos sin una sola insignia que los identifique, al igual que cientos de tanques, sistemas de misiles y miles de armas ligeras han cruzado la frontera para apoyar clandestinamente la insurrección.
Y mientras el este se desangra, el resto del país ha perdido en calidad de vida: Moscú cambió la ayuda que le daba a Yanukovich por el cobro de una deuda millonaria por el gas, y el nuevo gobierno ucraniano tuvo que endeudarse y someterse a una serie de reformas exigidas por el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, sus acreedores. La suma de todo eso tiene al país en un escenario amargo: según el mismo FMI, este año la economía de Ucrania se retraerá en 6,5% (en 2013 creció 0%), la inflación va a ser 11% (el año pasado fue de -0,26%) y el desempleo 9,9% (un alza anual de 2,8 puntos).
Pero en lugar de culpar al FMI o a la UE por las adversidades, los ucranianos apuntan a Rusia. Ese ha sido una de las mayores consecuencias de la revolución. Los ucranianos, coinciden en Kiev, tienen ahora una...
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